lunes, 15 de junio de 2015

EL INVITADO IDIOTA.

Los españoles estamos deseosos de que la política nacional se regenere y que en los puestos de responsabilidad y mando estén los mejores, y no los más sinvergüenzas. Todos, sin distinción de sexo, credo o ideal político, estamos esperando el milagro, aunque como en el chiste de la lotería, para que Dios nos ayude a alcanzar el "gordo", lo primero que debemos hacer es comprar el décimo.

Lo que está ocurriendo en España es algo que nos afecta a todos, aunque parece como si a algunos no les afectara. Tanto en el aspecto humano, como en el plano económico. 

La inteligencia nos dice que cuando algo se tuerce indebidamente, debemos poner los medios para encontrar de nuevo la línea recta. Un árbol se tuerce en su crecimiento, y se le pone una guía que le rectifica. Después de cuarenta años viendo como la línea recta se ha ido curvando peligrosamente ¿no ha llegado el momento de poner pie en pared?.

Lo han conseguido, o están a punto de conseguir que los españoles decentes -estamos en mayoría- aparezcamos como el invitado idiota de la función de teatro "La cena de los idiotas". Parecemos putas que no cobramos, y encima ponen el catre.

Aquí, para dirigir los destinos de la nación más importante de cuantas existen en el Mundo (al menos para mí), cualquier clase de gentuza se postula, y lo peor es que por la miopía general, pilla cacho. No hace falta tener un currículo, ni una intachable conducta. Para acceder a nuestra administración, cuanto peor, mejor.

Este miembro del neo soviet (Podemos), es el modelo del nuevo estilo que gobernará, si Dios nos ha abandona por abúlicos, al menos por los cuatro próximos años. 

Me ahorro hacer comentarios sobre la literatura que ese individuo con apariencia de primate, expande por los nuevos medios de comunicación, no voy a sumar los míos, a los que personas mejor preparadas ya han vertido con mucho acierto. A mí solo se me ocurren insultos graves y toda clase de improperios que en este caso, me parece que serían muy propios.

Me hace gracia escuchar a algunos representantes del PP, echar las culpas a Pedro Sánchez, de que personas de este jaez hayan llegado a los gobiernos de muchos municipios, y principalmente le afean lo que afecta a Madrid.

¿Es hipocresía, o imbecilidad? (Imbecilidad seguro; es una de las señas de identidad que siempre ha distinguido a la Derecha de este país). Tanto el PP, como el PSOE, si no fueran hipócritas admitirían que son ellos -con la ayuda de los separatistas, de IU y de los sindicatos-, los que pusieron, con sus latrocinios, la alfombra roja para que la "tribu de lo peor de cada casa" haya aparecido como la bíblica plaga de langosta, dispuesta a dejar a España como la cabeza de un calvo total.

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