martes, 26 de mayo de 2015

SOLAMENTE LES FALTA SACAR A "MADAME GUILLOTINE".

Uno, o sea, yo, que políticamente anda posicionado fuera de esta "cochina guerra de las urnas"

aunque sufro sus consecuencias de igual manera, empieza a estar cansado de escuchar a los comunistas de Podemos, decir "hemos ganado", sin haber ganado prácticamente nada, blandiendo la mentira, su mejor y más usada herramienta. Insisto en decir que, por mi escepticismo en cuanto al sistema, avalado por los resultados, no estoy jodido sintiéndome de alguna manera perdedor en el combate. No me siento perdedor más allá de lo que va a perder España, en trance de ser violada nuevamente por el rancio comunismo.

Son las cosas de esta zorra Democaca; una ideología, el Comunismo, que debería estar prohibida y perseguida por su criminal curriculum, puede ser que gobierne, dentro del Frente Popular, en casi todas las autonomías y en los ayuntamientos de muchas de sus grandes ciudades. 

En Alemania, y en resto del Mundo, por su terrible pasado, está prohibida la ideología nazi, y todo lo que recuerde al nazismo, sin concedérsele una segunda oportunidad. ¿Es lógico? yo no entro en valorarlo. Pero, utilizando la misma lógica, el Comunismo, debería tener el mismo trato en todo el Mundo, ya que sus crímenes se han producido hasta en los lugares más remotos del planeta Tierra.

El tío de Julia (mi mujer), que murió siendo sacerdote, decía que son muchísimas más las personas buenas y respetuosas que las malas, con instinto dañino, aunque la maldad, siendo muy escandalosa, se hace más notoria, aparentando con su bulla tradicional ser mayoría. Lo peor es, cuando esa notoriedad de los menos, malos y agresivos, se convierte en Poder, porque el Poder en manos de los malos, indefectiblemente, se convierte en tiranía.

Desde que se dieron a conocer los resultados del último festejo carnavalesco con apariencia de espectáculo bufo,

pero que presumiblemente acabará siendo tragedia para los que somos de a pie (los cursis dicen, fiesta de la Democracia), los menos, los que sin ganar, acabaran ganando, de manera altanera y muy sonora, han dado en usar un agresivo juego de vocablos amenazantes contra los partidos políticos contrarios, y sus afiliados que han ejercido alguna función de gobierno, aplicándoles el consabido fascista, con que señalan a cualquier persona que no comulga con su mismo putrefacto pan, en sus "misas negras". "Los vamos a machacar" "vamos a terminar con los fascistas"; solamente les falta sacar a "Madame Guillotine".

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