jueves, 7 de mayo de 2015

LA DEMOCACA COME DE TODO.

Hace un tiempo circulaba el sofisma desmesurado que ponía al hijo tonto de la familia a trabajar en un banco; esa maldad carece de razón, a pesar de que como en cualquiera otra profesión, en el banco que guarda nuestros caudales pudiera haber un tonto al otro lado del mostrador. En nuestra querida España hemos tenido a un tonto maligno como presidente y eso no nos puede hacer creer que todos los presidentes habidos o por haber, no ya del gobierno, sino de cualquier otro tipo de empresa, indefectiblemente tengan que ser tan tontos de capirote como el aludido.

Lo que no se debe considerar un sofisma es que, cuando en una familia española uno de los infantes/as, desde el parvulario apuntan maneras de desvergonzadas, los progenitores (yo soy padre y las consecuencias son hijos) y progenitoras apuntan a sus progenitos/as a las canteras de los partidos políticos, para que puedan desarrollar sus tiernas dotes, hasta alcanzar el Cum Laude en desvergüenza generalizada; titulo que le puede catapultar a los más altos cargos en la política nacional. Así mismo hacen otros progenitores y progenitoras con sus progenitos/as, enrolándolos en las canteras de los equipos de fútbol, con el animo de que les salgan unos


o unos,

según los gustos, y otros les inscriben en las escuelas de Tauromaquia, pidiendo al Cielo que ayude a triunfar a sus progenitos/as, y les salgan unos

o mejor, unos

que ingresa más pasta.

Eso, lo de la cantera política es cierto, no hay más que pasar revista a los "babi-lideres/sas" que andan pululando en los distintos partidos que se presentan a la cachupinada autono-municipal que se avecina dentro de unos pocos días, en este mes de mayo. Como todos sabemos el mes de mayo es el florido y hermoso entre los doce de nuestro calendario. 

No creo que todos los "capullos/as" que se presentan a estas elecciones mayeras acaben en flores -ni bellas ni de buen olor- viniendo de tan malos arbustos. Pero... ¡Es igual! la democaca come de todo.

¡Salvad al soldado Ryan! No; ¡Salvad a Susanita, que se le escapa el ratón! Esa es la premisa que funciona por toda clase de mentidero, además de en todas las redacciones de todos los medios, en cualquiera de sus versiones. No hubo tanto empeño -y no es que me importe- cuando a falta de un escaño, al PP no le permitieron que gobernase. Los días van pasando y su investidura continúa en el alero. Y ¿Qué? No pasa nada porque se repita la charlotada, a ver si mejora. Eso es lo que puede ocurrir en un sistema impúdico como es este que se montaron los golfos de la transición. Si como ocurre en el sistema francés, hubiera una segunda vuelta, estas cosas no sucederían y los ciudadanos serían gobernados por quienes de verdad fueran elegidos, con buen o mal tino, por una mayoría. 

¿Que maldad habrán cometido los andaluces, para que tanta gentuza quiera que les gobierne Susana Díaz, y el PSA, tan salpicado con el tema de los EREs? ¿Han hecho algo malo?

Pero ¿merecen tanto castigo, cuando les tienen como al gallo de Morón?

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