lunes, 29 de diciembre de 2014

PERDER EL TRONÍO.



Partiendo del arriesgado principio que tilda a la democaca

de ser el mejor sistema político conocido, a nivel mundial, debería ser reconocido -por ese mismo nivel mundial-, que el sistema tiene intrínsecos fallos muy importantes, o que los ciudadanos -al menos los españoles- tenemos la desgracia de que solamente los desechos de tienta son quienes vienen a administrar la nuestra.

Es como si a las primeras "figuras del toreo", en las más importantes plazas taurinas del mundo en vez de torear reses de Pablo Romero, del Conde de la Corte o Miuras",

se alancearan eriales rencos, tuertos de astas y escaso de carnes; inválidos hasta para hacerles filetes.

Un indiscutiblemente inmejorable sistema político, como ¿es? la democaca -que los politólogos nos quieren obligar a adorar como si fuera el tan buscado "Santo Grial"-,  para demostrar su rango, no debería permitir  que desde su propia matriz, a velocidad de vértigo como si de una maquina morcillera se tratara, nazcan y se instales partidos y partidarios a sueldo, como los que nos está tocando aguantar y, de aguinaldo, la "prenda soviética" con la que nos está amagando el Comunismo más añejo y trasnochado.

Difícil corrida es la que nos toca lidiar a los españoles/as -y para ello no disfrutamos del apoyo y la ayuda de esta flamenca mozuela, que tan bien nos vendría- con la "maná que nos han echao". Quizás sea el ganado que nos merecemos

por haber perdido la categoría de ser una de las grandes plazas; por haber perdido el tronío.

Las festividad del fin de un año y el principio de otro, son el momento propicio para hacer balance del pasado, y de planificar el proyecto de futuro. Espero que para todos vosotros, mis queridos camaradas, amigas y amigos lo pasado no os deje una huella negativa, y que el futuro lo encaréis con esperanza fundada de que se os cumplan a satisfacción. No permitáis que la situación política actual os reste un ápice de la felicidad a la que sois merecedores, que toda la que yo os deseo. Una buena manera para capear el temporal que nos ataca desde la política desvergonzada es, como Mortadelo,

disfrazarnos de junco, que es una buena manera de conseguir que no nos trunquen. Y siempre, pensad que por encima de cualquier otra cosa, LA FAMILIA es lo mejor y más importante que las personas decentes tenemos.

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