martes, 11 de noviembre de 2014

COMO LOS VETERINARIOS A LAS ACÉMILAS.

¡En que estado mental anda la peña, así


o así,

para creer que el soviet reeditado por los enteradillos de Podemos tienen la solución de todos los problemas patrios que "disfrutamos" los españoles, dejados de la mano de los partidos políticos que dan "lustre" a esta Democaca! 

Y ¿que será lo que esperan sacar, o que temen de ellos, los medios de información, para tenerles de cuerpo presente todos los días en los "papeles", en las emisoras de radio y en los platós de todas las televisiones de este extrañamente insólito democáquito territorio?.

Vanos temores los de los cobardes plumíferos y fútil quimera la de los ilusos plumíferos, que pululan rapaces por las superficie bastardas de la gran mayoría de esas empresas que, de una u otra manera se nos meten a diario en nuestras casas, con el intento de colonizar nuestro cerebro, lo que por desgracia, en demasiados casos, logran.

Hay algún periódico y varias emisoras de radio y de televisión que, como si todos los españoles fuéramos tontos, nos presentan la fotografía de Podemos y sus poderositos, como los últimos románticos de la política nacional, entregados en cuerpo -ellos al no ser creyentes no saben que tienen alma- incorrupto, como el brazo de santa Teresa de Ávila; queriendo mostrar a su líder, Pablito, como el romanticote Yuri Zhivago, de la película "El Doctor Zhivago".


Si en alguna parte hubiera que buscar el romanticismo, jamás se me ocurriría buscarla en el comunismo, aunque se escondiera bajo la mismísima piel de Mariano José de Larra.


El Romanticismo del Comunismo, son los crímenes de Stalin; la romántica "cacería" del Che Guevara en Cuba, y mas tarde por otros "cotos" hispanoamericanos -que se decía antes-; los asesinatos de Ceausescu en Rumania; las barbaridades de Pol Pot, en Camboya;

los crímenes contra las personas y contra la Libertad en la RDA de Erich Honeckr;


romanticismo comunista en Albania; en Polonia... los regímenes románticos Castro de Cuba, Maduro en Venezuela, Correa en Ecuador o Evo Morales en Bolivia. Modelos de romanticismo en el que bebieron los gerifaltes de la nomenclatura de Podemos, y que por la maldad de uno y la gilipollez de los más, pudiera ser la pócima de la que, algún mal día, nos sean suministradas a los españoles grandes cucharadas, como las que administran los veterinarios a las acémilas cuando las tienen que purgar. 

¡Purgar... purgar...! ¿De qué me suena eso de purgar...?

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