lunes, 3 de noviembre de 2014

CABREO EN GRADO SUMO.

Don Ernesto Sáenz de Buruaga, en su artículo en el diario El Mundo del pasado sábado, parte de una premisa equivocada al afirmar que los españoles estamos avergonzados, ante el "chorreo" de chorizos que a diario van siendo puestos ante la Justicia, y asomando en los medios, gracias a la brillante actuación de la Guardia Civil y Policía Nacional.

El señor Sáenz de Buruaga, debería haber visto desde su atalaya profesional que no es de vergüenza, "la color rojiza de nuestra faz"; 


que no es de vergüenza nuestro plisado facial; que no es de vergüenza nuestro rechinar de dientes; 



que no es de vergüenza el que nuestros ojos estén a punto de saltarnos de las órbitas; 


ni nuestros cabezazos contra las paredes, 


son fruto de nuestro estar avergonzados. Esas características que distinguen a los españoles des hace casi cuarenta años, no es de vergüenza, sino de furia cabreosa coléricaica.
Los españoles, si estamos avergonzados, no es por los golfos que desde los altos despachos de la política en general se están llevando los millones de euros por la cara; los españoles estamos avergonzados de nuestra incapacidad de reacción ante sus tropelías; estamos avergonzados, hasta el punto de tirar todos los espejos de la casa para no vernos la cara, por nuestra incapacidad para unirnos todos en una recia protesta; estamos avergonzados de nosotros mismos, porque ni siquiera somos capaces de luchar por el futuro de nuestros hijos, colaborando con los golfos, por la abulia en la que hemos caído, en yermar a España, para las próximas mil generaciones, si es que Dios no nos bendice con un inmerecido milagro salvador.

Y es que ni yo, ni ningún otro español decente, se va a avergonzar porque desde el mismísimo ministerio del interior, el ministro y su subsecretario, además de llevarse los Fondos Reservados, se organizase una banda asesina; ningún español se va a avergonzar porque un Jefe de Estado, además de otras muchas cosas, se largue a Á ..., con una Se... Pu..., agarre una Bo... de Gi..., que le tenga toda la noche en el puto sue..., con un hueso ro... Ningún español decente se va a avergonzar por que los partidos políticos con responsabilidad de gobierno, con el Erario Publico, en vez de usarlo en promocionar el amejoramiento de la sociedad, lo usan en mantener el delictivo movimiento del partido, y los ingresos opacos de sus gerifaltes; ningún español se va a avergonzar porque un ministro, un presidente autónomo, consejero de autonomía, un alcalde, un presidente de Diputación, tengan el descaro de crear mafiosas organizaciones par recaudar fraudulentas comisiones, como tampoco nos vamos a avergonzar porque los sindicatos y la patronal se pongan de acuerdo para instrumentalizar delincuencialmente en beneficio propio y el de alguien aún más golfo,

a través de EREs dirigidos (Andalucía),

los fondos de ayuda al desempleo.

De lo que si estamos avergonzados, es de que ninguno de nosotros, las personas honradas, tampoco hemos sido capaces decirles a Manuel Chaves y a José Antonio (desperdicio de nombre) Griñan, autonomía andaluza, y a los sindicatos, que la ayuda al desempleo no es crear más desempleo, que lo hicieron de película, sino para que el desempleo disminuya. ¡Joder! que hay que explicarlo todo.

Por lo cual, don Ernesto Sáenz de Buruaga debería de cambiar VERGÜENZA, POR CABREO EN GRADO SUMO. Pero  light.

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