viernes, 5 de septiembre de 2014

UNIDADES HUMANAS DE DIFÍCIL CLASIFICACIÓN.

Durante bastantes meses intenté entrevistarme con el ex presidente, Mr. X. No es nada fácil arrimarse a él porque debido a que una de sus múltiples formas de  ganar los euros a chorro, es ser consejero espiritual de uno de los hombres más ricos del Mundo, siempre se mueve rodeado de guardaespaldas, individuos fornidos y con cara de pocos amigos, como los que protegían a los más famosos gángsteres de los Estadios Unidos de América, en los años treinta del pasado siglo veinte: Al Capone, Charlie "Lucky" Luciano, John Gatty.

Mi deseo de poder hablar con Mr. X, se centraba en hacerle solamente tres preguntas; las tres preguntas a las que tiempo atrás, todos los habitantes del país, hubieran deseado obtener sincera respuesta por su boca, de cada una de ellas. Ahora ya resultarían las respuesta que pudiera darnos, con la absoluta certeza de que serían falsas, gozarían del mismo "sabor" que aquel famoso cocido del puchero enfermo, pues es posible que entre los cuarenta y seis millones de habitantes que nos juntamos aquí, no encontraríamos a nadie que se escandalizase, por sabidas, al escuchar las respuestas fetén. Terminé por desistir de la idea.

Una de las peculiaridades de esta Democaca es su capacidad de generar unidades humanas de ambos sexos, de difícil clasificación, calificación o cualificación racional, empezando por las personas que se hicieron con las riendas de la política, y terminando con los grotescos personajes de los espacios del "corazón", que todas las cadenas de televisión ponen en sus parrillas. 

Una de estas unidades; una de las perlas más brillantes que ha creado la "concha democaquita", es Felipe González Márquez alias "Isidoro", que sustituyó en la Presidencia del gobierno español, como todos recordamos, a otra perla menos brillante, Adolfo Suárez González.
La brillante perla, anudada en  el collar democaquito en su día por el defraudador Jorge Pujol (¿a cambio de qué?), pone en duda, quizás es que la edad le hace chochear, el que el nada honorable Jorge Pujol, sea un delincuente. Por lo escuchado parece que el agradecido Felipe González, por no creer, ni siquiera cree al mismísimo delincuente.

En 1982, una señora mayor, con cierto tono maternal, comentando el triunfo socialista en las elecciones nacionales me dijo " Se lo ha dejado muy mal a Felipe." A mi no me gusta hablar de política con gente de izquierdas, ni de fútbol con atléticos o barcelonistas por lo que a modo de cierre de la cuestión le contesté con sequedad (desacostumbrada en mí, que soy un cielete). "si, señora; se lo han dejado fatal pero, ya verá usted como cuando se vaya, lo hará infinitamente más rico que cuando entró; y nosotros seremos más pobres". Y no presumo de vidente como la Bruja Lola.

Felipe González vende su ‘casa’ de Tánger a la familia real de Arabia Saudí . Ahí tenéis la que fue propiedad de un socialista como Karl Marx manda.


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