lunes, 1 de septiembre de 2014

"A TODO CERDO LE LLEGA SU SAN MARTÍN."

Hoy; triste y lloroso entono el "Pobre de mí" del final del veraneo, mientras dos chorrazos (de chorro, no de chorra) de lagrimones -manantiales de mis ojos-, se van mezclando con el polvo del camino  de vuelta al "Foro". Giro la cabeza y aún, a lo lejos, veo la silueta de "Mi casa... mi casa...", la que tengo en la agreste costa de Navalcarnero, al tiempo que, por lo bajinis, voy interpretando con mi voz "di tenore abaritonato", el "Triste y sola; sola se queda Fonseca..." de mi tunesca juventud:

(Yo fui, ahora soy otra cosa, el que os mira a vuestra derecha; el del laúd).

Lo cierto es que la cosa triste solamente duró... bah, ná y menos, pues pensando en nuestro reencuentro, mis queridos camaradas y los que no, amigos/as, las penas, penitas, penas del principio, se ha convertidos en "Días de fiesta... los chicos y chicas...".

En fin, que después de treinta y un días la "cosa", se encuentra igual que cuando me fui; hecha un asco. Y es que las cosas mal hechas con las que los malévolos sustituyen a las que estuvieron impecablemente bien, son dificilísimas de corregir; y más, cuando no hay nadie con la adecuada vocación, y con los necesarios cojones.

¿El sistema es una mierda? ¡Pues claro que es una mierda! Una mierda de la que comen y engordan la práctica totalidad de los que en ella han encontrado su Maná: infinidad de políticos (por no decir todos); bastantes componentes de los distintos actores que, más que interpretar, agreden a la Justicia; banqueros y bancarios usureros; y las distintas tribus de periodistas.

Prostitución. También el periodismo se ha prostituido, lo que coloca, salvando les escasas excepciones, al periodista, en la misma escala de valores que las putas de cualquiera de los barrios "chinos" existentes en nuestra variada geografía. El moderno lema del gremio lo denuncia: "Sin periodismo no hay democracia", y su sub-lema lo corrobora: "Si no puedes con el enemigo, únete a él".

El cuarto Poder, que decían, se ha convertido en el mamporrero que usa esta Democaca para jodernos a diario. Cuando han empezado a quebrarse los cimientos de esa basura, mostrando  con toda claridad la clase de puteros, ladrones, prevaricadores; corruptos y corruptores; trincones de todo pelaje; han salido babeantes a agitar el cotarro democáquito, intentando encumbrar a unos neo bolcheviques sin más mérito que el de ser los herederos de aquellos que en y desde Rusia (la Unión Soviética) asesinaron a millones de personas, y de los que aquí, en España, durante los últimos años treinta del siglo pasado, asesinaban a gentes que, como único delito, eran acusados de ser católicos.

Pero a las empresas periodísticas, vendido su culo a la democaca, y a los periodistas, de buen grado participantes del mismo trapicheo, las consecuencias que podrían derivarse del pretendido encumbramiento, absolutamente sintético, les importa una higa; lo que les pone como "amotos" es la pasta que les cae a ellos, poniéndose a cuatro patas, y con el culo mirando hacia los que atacan.

Me está dando tanta vergüenza comprar el diario El Mundo que voy a dejar de comprarlo. Me quito la montera y... ¡Va por ustedes, Pedro J. Ramirez y Casimiro García Abadillo! No sé por qué me viene al recuerdo aquel dicho popular: "a todo cerdo le llega su San Martín".

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