jueves, 5 de junio de 2014

LA LETRA NO ENCAJA CON LA MÚSICA.

La letra no encaja con la música. EL BCE (Banco Central Europeo) baja el tipo de interés al o,15%, pero el crédito bancario a empresas y particulares sigue siendo caro, y difícil de conseguir, motivo por el que el tejido industrial y comercial no crece al ritmo que sería necesario para rebajar el paro; e imposibilita la reactivación del consumo.

Para que podamos hacernos una idea de como funciona la política crediticia por el extranjero próximo, por ejemplo en Alemania, una de cada cien empresas tienen dificultad para proveerse de fondos, mientras que en España es una de cada cuatro y, además, a unos intereses tan altos que imposibilitan la competencia en el extranjero y lo que ya es de autentico choteo; también dentro de nuestras fronteras, al estar colonizados por las empresas foráneas.

Así es imposible; de la manera que se están haciendo las cosas de la economía por parte del Gobierno, y lo que este está permitiendo hacer a las entidades crediticias, la crisis no nos la quitaremos de encima en menos de cien años, y creo que para entonces ni siquiera existirá alguien para disfrutar de ello. Esto va pareciéndose a lo de aquel burro que cuando se acostumbró a no comer, y sin embargo continuó trabajando como un ídem, fue, y se murió. ¿Será lo que están intentando estos demócacas para aliviar las cifras del paro? Pues con migo van dados... Yo soy inmortal.

Bromas aparte, esto tiene que cambiar de una manera radical y en profundidad. El Gobierno no es el Señor Feudal  y los demás sus súbditos, sino un órgano que nos representa, por lo que cobra un salario como cualquier trabajador por cuenta ajena. Nosotros, el pueblo que este tiñoso sistema nos tiene exprimidos y ninguneados, somos los "Putos Amos". Ha de salir alguien de entre nuestras filas, refractario a la infecta política, que asuma la labor de buscar el fiel entre los derechos, las obligaciones y las responsabilidades. Necesitamos un líder de verdad, que nos ponga en la senda de la regeneración institucional. Necesitamos a la inteligencia que sepa negociar los recursos nacionales. Necesitamos a la decencia que asuma la tarea de hallar la forma de establecer un reparto equitativo de la riqueza generada. Necesitamos la rectitud que persiga con la mayor dureza, toda clase de chorizadas, sin romperse ni mancharse. Es necesario quien encuentre el sistema que armonice los intereses de la empresa y los trabajadores; de quienes venden y de quienes compran; de quienes enseñan y de quienes tienen que aprender; de quienes curan y de quienes precisan ser curados. Necesitamos a quien siempre tenga presente que el dinero de los impuestos es "sagrado", porque para llegar a las arcas del Estado, antes ha sido necesario trabajarlo, en muchos casos, con bastante sacrificio.

Si; los euros que manejan las instituciones del Estado, si son de alguien.

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