viernes, 20 de junio de 2014

CAMARADERÍA.

Ayer fue un gran día porque me reencontré físicamente con la perdida sensación de lo que significa la acepción CAMARADA. Estoy en situación de asegurar que es algo muy agradable y sería importante que los camaradas que andamos dispersos por las distintas tierras patrias, intentáramos conocernos físicamente; fomentar los encuentros y tratar de recuperar lo gratificante que significa ser camarada de alguien que se merece ser así considerado e, inmodestamente, sentir que yo también merezco ser su camarada. 

Eso fue lo que sentí ayer, cuando en compañía de mi Julita (que no Julieta, porque yo os aseguro que no soy Romeo) pasé, después de varios años, unas  agradables horas con mi camarada, desde hace 31 años, Rafael Carlos Estremera. Sería bueno que recuperásemos el profundo sentido de aquel "CAFE", que circuló durante nuestra Cruzada, por zona roja, y que a tantos unió y ayudó.

Me gustaría, y ahí lo dejo, que los camaradas que pinchan mi blog, de aquí (Madrid) y de cualquier otra de nuestras provincias, tratáramos de encontrar el modo de reunirnos en algún punto a decidir. 

Ellos, ya lo estamos viendo y padeciendo, enseguida encuentras justificación para restregarnos su asquerosa presencia. Tratemos nosotros de compensarlo respetuosa y elegantemente con la nuestra (¡Presencia!). No se me equivoquen; que diría un mexicano.
                                        
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Estos son  los escudos de España, el primero, el de los Reyes Católicos, en los que bien a la vista están el Yugo y las Flechas (José Antonio y la Falange no habían nacido aún; aclaración necesaria para la incultura roja, y posiblemente para más de un "pepero"). El segundo, y como se puede ver, bello escudo, es el que estuvo vigente durante el mandato del Generalísimo Franco, en el que también había espacio para el Yugo y las Flechas de Isabel y Fernando. El tercero es el que se permitió durante la transición (más bien traición) desde 1977 a 1981. Como se puede ver son prácticamente el mismo si exceptuamos la cinta que proclama la unidad, la grandeza y, que me lo discutan, la libertad respetuosa, de manera más clara, hasta la muerte de Franco. 


Aquí debajo se puede constatar la fealdad con la que han desfigurado el Escudo de nuestra Patria; como avisa la leyenda de la cinta que pasan sobre las columnas: Non Plus Ultra (no se puede afear más).

                                           
El primero ¡que hay que joderse! es el de la segunda República; la República roja y asesina que unos cuantos imbéciles, acunados por los partidos de izquierdas, están arteramente (astucia maligna) alentando, para calmar el odio que siempre han profesado contra España y contra los españoles honrados, disciplinados. El segundo, es necesario poner una especial atención, acompañada de una lupa de muchos aumentos, para localizar las deferencias entre el actual escudo y el "chapuzas" de la II-R. Parece como si TODOS, estén en el empeño de cargarse las tres coronas que les diferencia.

¿Es posible una República Monárquica? Cuestión de "consenso".


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