JODIDO SISTEMA.

No puedo presumir de ser imitador del pacienzudo santo Job; por lo que asistir impertérrito ante la pantalla del Philipps, para ver y escuchar a esta pareja (ella no es la fémina de Los Pitufos; solo es un gran parecido con Pitufina) fue una tarea que no fui capaz de seguir durante la larguísima duración del enfrentamiento oral, en la 1 de Televisión Española, entre la cabeza de la lista del PSOE, Elena Valenciano y el cabeza de lista del PP, Miguel Arias Cañete, para el chollete europeo (buen sueldo, poco trabajo y viajes gratis). 

Hay casos y cosas que hasta para una persona tan ignorante, como un servidor, se llegan a contemplar y distinguir con una claridad meridiana: lo natural y auténtico, de la mala copia; el aparente profesional, del aficionado chapuzante; el sabio, del imbécil presuntuoso.

Ayer, durante el mínimo espacio de tiempo (docena y media de segundos) pude calibrar, y se que esta vez no estoy errado (sin  hache), quien de esas dos personas que flanqueaban a la bellísima presentadora de La Uno de Televisión Española, la barcelonesa y barcelonista (¡algo malo tenia que tener! solo Dios es perfecto), María Casado, es la profesional y quien la aficionada; quien se sabía la partitura completa, aunque sea una chunga partitura, y a quien malamente le sonaba conocida la musica en el interior de sus orejas, sin tener puñetera idea de la letra. 

Solo por ver esta simpática y bellísima cara, bien mereció la pena perder esa docena y media de segundos. En esta foto se ve con absoluta claridad que no exagero un ápice.

Entre las personas que forman el engranaje de este jodido sistema, La Democaca, milagrosamente, hay al menos alguien con sentido común y, desde la Junta Electoral, creo, por encima de los intereses de los partidos (¡como se lo habrán permitido!) le ha prohibido, a quien lo haya hecho, que se haga desde Europa propaganda para que la gente vote en estos comicios. Y es que los "políticos sin fronteras" son la especie más inculta que a dos patas caminan sobre la faz de la Madre Tierra. Sin necesidad de haber estudiado en La Sorbona, cualquier persona medianamente avisada, sabe que quienes no la metemos por la rajita -la papeleta en la urna, se sobreentiende- estamos emitiendo nuestro voto, en el asunto en cuestión, de manera negativa a la actuación realizada en la anterior campaña, y que tenemos la seguridad, viendo "el paño", de que la cosa no va a ser diferente en la campaña que se avecina.

Si en la fauna política hubiera alguien medianamente inteligente comprendería que, entre todos los que hacemos patente nuestra opinión, unos abrazados como locos a las urnas y otros haciéndoles un "calvo" desde fuera de ellas, la más importante, a la que deberían prestar más atención y consideración, es a la que con su desprecio les indica que las cosas las están haciendo mal, tirando a fatal, cuando existen medios más que sobrados para hacerlas bien. Aunque... no se si con este jodido sistema político...