viernes, 4 de abril de 2014

NO NOS MERECEMOS LA FECHA.

Es posible que haya extrañado a algunos de mis camaradas –o quizá no- que no hiciera mención de la gloriosa fecha que es el 1 de abril; no se me olvidó, aunque si así hubiera sido, ya se encargó nuestro camarada Rafa Estremera, de recordárnoslo desde su magnífico blog. Ha sido un silencio intencionado porque pienso que si nos  mirásemos en el interior de nuestras entrañas y nos rebuscásemos en el corazón; sopesando nuestra poca participación en avivar la llama de lo que significó esa fecha, 1 de abril del 1939,  la victoria sobre la barbarie comu-socio-anarquista y la recuperación de la Patria, deberíamos alcanzar la penosa conclusión -espero y deseo equivocarme-,  de que quienes aún andamos al calor del semi apagado rescoldo, por no haber sabido conservar el fuego, no nos merecemos esa fecha, ni cualquier otra que señale alguno de los que fueron nuestros hitos patrióticos.

 

No es que después del 20 de octubre de 1975 hayamos entregado las armas; ni siquiera; las hemos ido abandonando por el oscuro camino de la dejación;  algo que se parece demasiado a traicionar el espíritu de lucha y el altruismo en la entrega, hasta la vida, de quienes contemplaron sonrientes y satisfechos aquel luminoso 1 de abril de 1939, desde los luceros.

 

No señalo a nadie, y tal vez sobre el plural en mi queja; yo me avergüenzo ante mí, cuando veo, leo, escucho y me entero por los medios de comunicación que, por toda Europa, lo que llaman extrema derecha, avanza y van haciéndose un sitio en la política de sus respectivos países (al margen de la común oficialidad de los demás partidos). En Francia, un ejemplo cercano, Marine Le Pen, -"lidera el primer partido obrero" según leo en un diario digital-, es el tercer partido en votos de Francia.

 

"El FN tiene un dominio absoluto del voto obrero. Apenas un 10% de los obreros tienen buena opinión de Hollande" según ese diario digital. ¿Dónde se nos ha ido nuestro Nacional-Sindicalismo? ¿Quién se acuerda ya de eso? Yo os lo digo ¡¡¡NADIE!!!  O, casi nadie, para no se me acuse de absolutista; solamente, entre las personas que conozco, mi camarada Rafael Estremera, se "auto acusa" de tal "villanía".

 

Marine Le Pen y el FN,  han sabido encontrar un camino en la férrea armadura del sistema, por el que poder hincarle el puñal patriótico, lejos de romerías multicolor, que cansan cuando terminan, y cansa a la gente de tanto romerar por romerar. Los franceses encontraron el resquicio, un noble resquicio, la defensa de lo propio, porque lo buscaron con ahínco; nosotros ni siquiera nos tomamos, cuando aún se podía, el trabajo de buscarlo ¿Para qué? De simples es buscar reclamo, cuando con el recuerdo de José Antonio y Franco, llenamos calles y plazas… Y las calles y las plazas han ido quedando vacías, porque, aunque hubiera cientos de miles de personas, siempre estuvieron vacías del alimento político que se necesitaba, para que el Nacional Sindicalismo alcanzase la fuerza, al menos, que el FN francés ha alcanzado al otro lado de los Pirineos.

 

"Burris, burris que en el campus pacis y cuantum más pacis, más burris te hacis".

 

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