miércoles, 26 de marzo de 2014

SE LES PERMITE.

Hay una gran diferencia entre las extremas derecha e izquierda en España. Admitiendo sin aceptar el tratamiento que se nos aplica de ser la extrema derecha pues, comparados con la izquierda, parecen nuestros "violentos" en sus esporádicas apariciones, un grupito de gamberretes seminaristas en vacaciones, cometiendo pecadillos veniales.
 
Solamente la izquierda española es capaz de montar un numerito revolucionario como se montó en Madrid, el pasado día 22 de marzo; solamente la izquierda española es capaz de montar un grupo de asesinos de policías; solamente la izquierda española es capaz de crear y dar cobertura a grupos de acción criminal, desde la ETA a los bárbaros del día 22, pasando por el Grapo, Resistencia Gallega, y un largo etc.
 
Hay una gran diferencia entre entrar en un centro cultural separatista, para decirles, a unos pocos imbéciles; auténticos especimenes de gilipollas de baba, ¡incruentamente!, que no queremos que nos roben a Cataluña, por ser un trozo muy querido de nuestra Patria, con un hecho tan grave como es atentar contra la vida de miembros de la Policía Nacional; funcionarios del Estado que con exposición de sus propias vidas, intentan, y con bastante frecuencia logran, que la nuestra sea más tranquila, y más segura.

Y se les permite; si, se permite a la izquierda y se acepta por la tropa democaquita, prensa incluida, la excusa mentirosa de decir que ellos no son responsables, que los violentos se les ha unido sin que ellos les llamaran y su lamentable proceder, estuvo fuera del comportamiento pacifico con el que se mostraron la mayoría de los componentes de la marcha, que fue como se ideo la protesta.
 

Lo que vemos en la fotografía, es lo más penoso, junto al proceder del ministerio de Interior, y los responsables que deberían haber vigilado desde el inicio, los pasos de la marcha; al menos para mí: la policía temerosamente agrupada, mientras los izquierdistas se encaran enchulecidos, sabedores de que en el peor de los casos, ser detenidos, siempre habrá jueces que les exoneren, o palien las consecuencias judiciales de sus atentados terroristas.
 
"Pateé la cabeza del policía cuando estaba en el suelo" Este hijo de una puta y un pirata somalí, pertenece al grupo terrorista gallego, que es reconocido con las siglas RG (Resistencia gallega).
 
La gentuza que forma parte de esa entelequia separatista (lejos del aristotélico pensamiento), ni de lejos es reconocible con el legítimo sentimiento de españolidad de la infinita mayoría de los gallegos.  Como los demás movimientos separatistas que padecemos, no hay más justificación para su existencia que la exaltación de la hijoputez y la incultura. El separatismo me recuerda el comienzo de unas sevillanas (entre nosotros, me encanta bailarlas) que viene a decir "La historia de una amapola que quería ser romero".
 
¡Dejemos volar la imaginación! Si esta bestialidad  la hubieran cometido grupos de la "extrema derecha" (imposible de todo punto) ¿hasta donde llegarían los ladridos de la jauría democaquita...?

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