AFONÍA AGUDA.

Es cuestión de ADN; el camarada Putin, aun con traje de Armani, sigue siendo aquel depredador de la KGB; un fiel funcionario de la terrorífica maquinaria ideada para proteger el comunismo asesino soviético.

El asalto a la región de Crimea por parte del gobierno ruso, son de la misma forma que se sumaron tantísimos países a la Unión de Repúblicas Soviéticas (nuevo viejo sueño del trasnochado Zar rojo): por la fuerza de su potencial bélico.

La bondad y la maldad, dos singularidades que están en la esencia del  ser humano y, dependiendo del tanto por ciento de cada una de ellas el individuo, podrá ser una persona bondadosa, honrada, decente, respetuosa o, si es que la maldad predomina, la persona será ladrón, asesino, comunista, socialista o terrorista. 

¡Ah! Pero la OTAN ha tomado cartas en el asunto, pidiendo, tras estar reunidos durante ocho horas los embajadores "otaneros", solicitar de Rusia que detenga sus operaciones en Ucrania.

No es necesario ser un estudioso en chulería política, ni hacer un master sobre la hijaputez para llegar a la conclusión de que el nuevo napoleoncete ruso, hará como los matones de discoteca, lo que le salga de la entrepierna; los ucranianos se quedarán sin Crimea y el coro internacional, como es su costumbre, padecerá una afonía aguda que le impedirá alzar la voz.

Estamos metidos de lleno en el siglo XXI; ya no está de moda anexionarse territorio. Las conquistas de terreno por la fuerza de las armas, como el sombrero hongo, no se lleva nada, nada. Seguro que si Atila no hubiera muerto prematuramente y aún anduviera entre nosotros, lejos de meterse en ese engorroso charco que es conquistar, se dedicaría a cultivar el huerto de casa, y a la agradable tarea de satisfacer a su mujer. 

Pero, bromas aparte, me pone de muy mala leche que las estructuras políticas y militares que tanta "pasta" nos cuesta a las personas decentes, se conformen con pláticas timoratas, en vez de enseñar las uñas, aunque solamente sea en fotografía, para defender los derechos de las naciones que forman parte de esas estructuras internacionales, cundo son agredidas injustificadamente.