miércoles, 26 de febrero de 2014

SE NOS HA MUERTO EL GUITARRISTA.

Ha muerto Paco de Lucía; dicho así, sin más, queda como para que se diga "y mi qué". Pero si se dice ha muerto Paco de Lucía, el mejor guitarrista del Mundo, seguro que algo se nos rompe "en los adentros". Y a quienes nos gusta la música de la guitarra, flamenca y clásica, no es que se nos rompa algo en los adentros, sino que nos sentimos expoliados.

No es que se haya muerto un guitarrista; es que se nos ha muerto EL GUITARRISTA. Desde hoy la guitarra ha cambiado su maravilloso sonido; ha malamente quedado, como la mas hermosa de las plantas, que estando florecida a tope, se la poda a fondo. ¿Volverá a brotar?.

La guitarra, por sus formas femeninas, resulta muy agradable notarla recostada sobre nuestro corazón, mientras la acariciamos pasando con suavidad nuestros dedos por los trates del  diapasón de su mástil y sus seis cuerdas, hasta conseguir que nos hable con su maravilloso idioma, que parece hecho por Dios, exclusivamente para acompañar al amor.

Así lo debió entender Paco de Lucía. Y si es cierto que las posibilidades creadoras de acordes de la Guitarra es infinito, a él, Francisco Sánchez Gómez , le debieron quedar dos o tres por descubrir.

Ver a Paco de Lucía abrazado a su guitarra, verle como la acariciaba y oír la respuesta de ella, se entendía que a esa pareja solo la podría separar la odiosa muerte. Hasta el menos entendido en amor y música se veía obligado a admitir el gran amor de Paco por la guitarra, tan grande como el de la Guitarra por Paco, y lo maravilloso de aquello que entre los dos eran capaces de crear.

Desde 1000 años antes de Cristo, la guitarra estuvo pacientemente esperando la llegada de Francisco Gomes, el hijo de Lucia. Por nadie se dejo tocar del modo que a él le permitió. Por supuesto que a lo largo de los siglos ha habido grandes Guitarristas: Francisco Tárrega, Remigio Sainz de la Maza, Andrés Segovia y algunos cientos o miles más pero, Paco de Lucia... nada más ha habido uno; el que se nos ha ido.

Desde hoy la guitarra española, si no muda, algo afónica si que ha quedado.

"Hola Camarón; ya estoy aquí"
"Cuanto te he echado de menos, Paco".

No hay comentarios: