viernes, 21 de febrero de 2014

CON TODA LA MALDAD.

El comunismo con una piel de cordero sobre la chepa no deja de ser comunismo, con toda la maldad que de siempre ha hecho gala.

El pro-soviético y pro-ruso Yanukóvich, contra la oposición que con su comportamiento soviético ha obligado a formarse en las calles de toda Ucrania y de manera más notable en su capital, Kiev, ha usado, además de armas de asalto, la forma más cobarde de asesinar sin riesgo para el cerdo verdugo: el francotirador, o cerdo hijo de puta.

Como decíamos ayer, que diría Fray Luis de León, las urnas son tan perversas que, en su perversidad, son capaces de ungir con la púrpura del poder a criminales como Yanukóvich y Maduro, o malvados inútiles como Rodríguez Zapatero.

La masacre organizada por los demócratas a las ordenes de Yanukóvich en la plaza de la Independencia de Kiev, montó para diversión de sus huestes, un macabro verbenero tiro al blanco. No lo podía haber llevado a cabo nadie que no tuviera el ADN del comunismo soviético. Solamente desde una mente comunista se puede llagar a la convicción de que para acabar con un problema no hay nada mejor que siguiendo las enseñanzas de Josef Stalin: triturarlo hasta hacerlo desaparecer.

Ahora, con la sangre de los mártires tiñendo de rojo la superficie de la plaza de la Independencia, el muy cabrón busca a la oposición para adelantar las elecciones. Y la Comunidad Europea se conforma con aplicar a la Ucrania comunista unas sanciones acordes con la sanción que el Comité de Disciplina Deportiva le aplicó al Atlético de Madrid (600 euros) por el "mecherazo" a Cristiano Ronaldo. Lo mismo es que los cien muertos de la ya famosa plaza ucraniana no les parecen suficientes como para que a ese criminal, se le desligue de manera automática del resto de los países de la Unión. Eso podría ser así, si la clase política estuviera nutrida por gente integra. 

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Un ejemplo de lo que fue y es el comunismo soviético:

Comandante en Jefe del Ejercito del Norte durante la Guerra Civil Rusa 1918-1920. Después de la Guerra se exilio en Paris. Desde el año 1930 fue Jefe del Ejercito Ruso Blanco (ROVS). El 25 de noviembre de 1936 dio la orden de sumarse al Ejercito Nacional a los Militares componentes del (ROVS). El 22 de septiembre de 1937 fue secuestrado por Agentes Rojos Comunistas y llevado a Moscú donde fue asesinado el 11 de mayo de 1939 como tantos millones de hombres, mujeres y niños de la Rusia Blanca.

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