martes, 10 de diciembre de 2013

GRANDES IDEAS.

Las "grandes ideas", de gentes de menguada inteligencia. Parece ser que desde la Dirección General de Trafico se está en la idea de obligar a los conductores con carnet vigente, pero con muchos años conduciendo, a hacer un examen de actualización, habida cuenta los muchos cambios que en materia de Tráfico se han realizado en los últimos años. A mejor preparación, por actualización, según la Dirección de Trafico, mejor conducción y menor riesgo de accidentes.

En un estudio rápido, si comparamos los niveles de cálida de conductores y políticos ¿no sería más aconsejable pasarles por un examen de capacitación a los políticos?

¡Mentira jodida! Lo único que les mueve a esta caterva de políticos de mermada inteligencia y desproporcionadas ansias recaudatorias, es sacarnos los euros del bolsillo, al tiempo que nos tocan los "güevos" mal tocados.

No hay razón que pudiera justificar esa medida, más que el motivo anteriormente expuesto. No son los conductores veteranos quienes más accidentes provocan, como lo demuestra el que las compañías aseguradoras a quienes recargan el coste del seguro es, precisamente, a los jóvenes.

Mi política comercial es sencilla, para tratar de conseguir un buen rendimiento: trabajar más, mejor y más barato. Con ese sistema, heredado, la firma "Mirayo" se mantiene activa desde el año 1902, con vocación de durar, al menos, otros mil años más. 

Si los políticos siguieran tan sencilla receta, trabajar más, mejor y más barato, la crisis no nos habría alcanzado y, si lo hubiera hecho, habríamos estado en mejores condiciones para vencerla.

En estos días el presidente Rajoy nos ha dicho que no le preocupa el gasto (¡nos ha jodido!), que lo que le preocupa son los ingresos. Ve usted, don Mariano; así nunca podremos estar de acuerdo. Usted tiene que comprender que nosotros, además de para pagar impuestos, trabajamos para pagar los gastos generales de la casa, y para comer, mientras que ustedes, viven muy requetebién con nuestras aportaciones, y lo que es últimamente, sin una contraprestación que sirva para aligerarnos la pesada carga que suponen todos ustedes.


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