jueves, 5 de diciembre de 2013

FERNANDO ARGENTA.

Ha muerto un grandísimo músico. Hijo del más grande director de orquesta que ha dado España, Ataúlfo Martín de Argenta, aun recordada su gran capacidad para dirigir en todo el mundo. ¿Fernando en la música? En la música propiamente dicha, parece como si… bueno… había nacido en el ambiente musical del hogar de don Ataúlfo y de su señora la pianista Juana Pallarés; pero él, apenas había llegado en su juventud a rascar la tripa de  la guitarra eléctrica en un grupo de música moderna, esa que es solo ruido, que se llamó Micky y los Tonys. La ola rokera recién llegada a España, fue el catón para muchos buenos músicos.
 
Lo que don Fernando hiciera después, es algo que ni sé, ni me importa. No pretendo en esta hojilla del blog escribir su biografía; lo que en realidad quiero, y lo intentare de la mejor manera que pueda, es, aquí y ahora, darle las gracias por los maravillosos ratos que disfrutaba escuchando por Radio Nacional de España, en su espacio de tarde "Clásicos Populares"; su música y sus ocurrencias hacían más ameno mi  trabajo. Gracias a usted, don Fernando -aunque ya tiempo atrás les había escuchado con respeto y admiración-, he llegado a conocer casi en persona a Wolfgan Amadeus Mozart, a Ludwig Van Beethoven, a Joseph Haydn, a Frédéric Chopin, a Antonio Vivaldi, a Franz Schbert, a Piotr Llich Chaikoski, a Giuseppe Verdi a Franz Liszt… su obra musical y, hasta sus gustos sexuales y algunos de los avatares de sus vidas.
 
Tengo gusto por la música, pero me falta… lo que usted me daba cada tarde, hasta que le jubilaron, a través de las ondas de Radio Nacional: el conocimiento para entenderla en profundidad; para gozarla en su plenitud.
 
Las personas sencillas pasamos por la vida sin dejar huella, más allá de la familia y, con mucha suerte, aún es posible el recuerdo de algún amigo. Don Fernando Argenta, no. Don Fernando ha quedado para siempre fundido en el pentagrama de lo mejor de nuestra música; los niños del "Conciertazo" muchos de ellos, y ellas, hechos hombres y mujeres, cuando oigan la música de cualquiera de esos grandes maestros, volverán a ver a ese Fernando sobre el escenario, haciendo que les fuera fácil digerir esa música "de mayores".
 
¡Claro que hay grandes músicos! ¡Claro que hay grandes intérpretes! Pero buenos divulgadores musicales; amenos y con profundo conocimiento musical; solo hubo uno, Fernando de Argenta y, desgraciadamente, murió ayer; se nos ha ido demasiado pronto. Requiescat in pacem.

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