domingo, 10 de noviembre de 2013

MALAS COMPAÑIAS.

La arbitrariedad judicial de dictar la excarcelación de el asesino Domingo Troitiño, llevada a la máxima velocidad para no dar oportunidad a la posible discrepancia del Tribunal Supremo, al tiempo que se evitaba la posibilidad de que la Fiscalía General del Estado pudiera objetar la decisión, ofrece no pocas dudas, sobre la parcialidad de quien tomó esa decisión que, con el empate a ocho magistrados, fue el magistrado presidente, Fernando Gómez-Marlaska, quien, esta vez (podría haber quien pudiera pensar que se ha vuelto a retorcer el brazo a la justicia), se puso a favor de la decisión favorable a los asesinos, ocho hijos de puta, con un total de treinta y siete asesinatos a sus espaldas, y dos mil seiscientos sesenta y cinco años por cumplir. Pocos años si tenemos en cuenta que las treinta y siete víctimas lo son por la Eternidad.

Las Víctimas de terrorismo, su presidenta, viendo el sucesivo paseo chulesco ante sus narices de los peores asesinos, descorazonada; sin nadie a quien recurrir (el PP no parece estar muy lejos de quienes favorecen las excarcelaciones), se ve incapaz. Eso le pasa por haber elegido mal la compañía, y la estrategia. La compañía del PP, es como llevar en el bolsillo un billete de cincuenta euros falso, y la estrategia de la mansedumbre que eligieron, solamente les podía llevar a donde están. Hace años los grupos patrióticos, entonces más fuertes y unidos que ahora, nos ofrecimos a las víctimas, y fuimos despreciados por violentos y por portar con orgullo la Enseña Nacional. Lástima, ahora se estaría hablando de distinta manera.

"No te lamentes, mátalas". Ese es eslogan de un producto anti cucarachas, que las Víctimas del Terrorismo deberían haber hecho suyo.



Junta Españolas, un partido político que salió desde el fenecido periódico El Alcázar (¡cuanta falta nos hace!), si lo hizo desde una plataforma en la plaza de Chamberi de Madrid, con discurso escrito por Antonio Gibello, y leído por mi, como se ve en la foto. Como ser humano, de lo que más orgulloso me siento, al margen de mi familia, es haber pedido públicamente la PENA DE MUERTE, para los asesinos de la ETA.

Las cosas importantes, y lo que pide la asociac
ión de Víctimas lo es, se solicitan de primeras, y se exigen de segundas; y para eso, doña Ángeles Pedraza, presidenta de la AVT, hay que estar respaldada por una fuerza que se haga patente; por una fuerza entregada desinteresadamente a tan justa causa.

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