LAS DOS CARAS.

La Autonomía de Madrid ha decidido retirar el noventa por ciento del dinero que daba a los sindicatos para la formación de desempleados y trabajadores públicos. Hasta ahí, la noticia. Pero como pasa con casi todo, la noticia tiene infinidad de caras; pero, dos de esas caras, son las que por el momento mas me han interesado.

Una de las caras, la positiva, es la que muestra, por fin, que una de las instituciones del Estado, ha perdido el miedo al chantaje al que los sindicatos ha tenido, y sigue teniendo sometidas, a todas las instituciones, a las empresas y hasta a los mismísimos trabajadores. La plena instalación de estos sindicatos, especialmente la UGT y CCOO, en los últimos treinta y ocho años, lejos de colaborar en crear un mejor clima entre la empresa y el trabajo, lo que ha conseguido es que quienes componen las dos mitades de un todo imprescindible, hayan llegado a convertirse en dos antagonistas irreconciliables; en dos enemigos encarnizados, siempre tratando de encontrar el modo de herirse uno al otro.

Aparte de haber creado ese infernal clima; de haberse montado un "chiringo" con aire acondicionado en verano y calefacción en invierno; con infinidad de mullidos "sofases" y sillones (de lo que en las casas de muchos trabajadores, que al fin son quienes más contribuyen para pagarlos, se carece) en donde reciben los fondos mal ganados, con métodos neomafiosos, con los que muchos de sus dirigentes nutren sus patrimonios, y los de algunos familiares... ¿Qué? ¿Hay alguien en este país que tenga algo que agradecer a esos "padrinos" de mercadillo? ¿Cuantas criaturas han sido bautizadas en España con los nombres de Cándido o Troncho (Toxo)?

La otra cara, la negativa es la que junto al descubrimiento del seudo delictivo uso de los fondos recibidos hasta fecha por esos sindicatos; de su inefectividad, y su monstruosa desvergüenza, esta el haber roto en mil pedazos las esperanzas que, a pesar de los pesares, algunos trabajadores aún tenían puestas en ellos, para la solución de sus desgracias, todas ellas unidas a problemas laborables.

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Que la situación económica en España esta llegando a ser imposible, nos lo dice el señor Punset, como se puede leer en la fotografía, y lo ratifican esas tres pobres criaturitas que, por culpa de los recortes que esta haciendo el gobierno de Rajoy, no tienen ni para comprarse unas simples "camisetetitas". Así están ellas tan enfadadas ¡Que país!