viernes, 4 de octubre de 2013

EL DESCONOCIMIENTO MÁS PROFUNDO DE LO QUE ES EL RESPETO.



Apelamos a nuestros derechos porque hemos trabajado muy duro para conseguirlos. Los derechos no es algo que se reciben de manera gratuita (salvo con el gobierno dictatorial de generalísimo Franco, que se concedieron casi graciosamente) sin copago en la Seguridad Social; los derechos, en democracia, además de un buen comportamiento cívico, cuesta dinero, y no poco, adquirirlos, en primer lugar y después mantenerlos.

Y, por muy solidario que uno quiera, o pueda ser, ver como esos costosos derechos sazonados con nuestro esfuerzo, porque a los señores políticos se les pone en la testuz, entre cuerno y cuerno, se reparten como cartas de la baraja entre gente indigna de ellos, nos sienta muy mal a las personas que cumplimos con las lógicas normas de convivencia y con nuestras obligaciones impositivas con las que se financian, que no es paja.

Seguro que no soy coincidente con todos aquellos que exigen, por el solo hecho de nacer, lo que es muy posible que sus padres lamenten cada día de sus vidas, son acreedores de TODOS LOS DERECHOS establecidos; por los que ellos no han hecho ninguna aportación.

Es falso
aquello de que todos somos iguales. No es el sexo, la estatura, la estética del cuerpo; tampoco es la bellezacolor del cabello o el de los ojos, lo que nos hace ser diferentes. La gran diferencia que nos separa a unos/as de otros/as; de seres humanos a "animalas/os" es, la inteligencia al servicio de lo común. En lo básico no nos diferencia el dinero, ni el acceso al conocimiento académico. Insisto; lo que a algunos les hace diferentes es su falta de humanidad y su falta de respeto a los demás, y a sí mismos.

La foto con la que ilustro este trabajo, muestra un ejemplo palmario de la falta absoluta; del desconocimient
que es el respeto, en su expresión total.

Esa criatura nacida hombre que por no gustarle su cuerpo lo ha recauchutado, creando abultaciones donde no las había, para alcanzas unas líneas femeninas, es la persona que Austria llevará al certamen musical de la Eurovisión, en la próxima edición.

A la falta de respeto del travestí a sí mismo, habría que sumar la de la directiva de la Televisión Austriaca hacia la mujeres. Un órgano oficial de un país nunca debe participar en una payasada que lo único que pretende, por parte de la Internacional "rosita" es devaluar; ridiculizar y degradar a la MUJER.


Ese desvergonzado, de alias "Margarita Salchicha", mercancía de barraca de feria, que canta más o menos como mi ano marrano (después de haberme comido un buen plato de fabada, auténticamente asturiana, asomado 

No acepto, como ya he dicho varias veces, el título de homófobo. He tenido y tengo amigos homosexuales y jamás he tenido problema alguno; pero claro, mis amigos y amigas son homo o lesbiana, no tortilleras y mariconada; lo siento pero por ahí, no trago un pelo.


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