lunes, 23 de septiembre de 2013

LA CONTRARECONQUISTA.

Se llegará tarde; seguro que cuando nuestras autoridades y las del resto del mundo quieran reaccionar, el problema presente un cariz imposible de cambiar. ¿Ha llegado el momento de que se presenté batalla a sangre y fuego al radical integrismo islamista? Yo creo que sí, porque es así, a sangre y fuego, como ellos van asesinando a mansalva, sin ningún miramiento; sin el menor rasgo de humanidad.

Hace muchos años, a la salida de una reunión ordinaria en la Sede Central de Fuerza Nueva, de Madrid, le comenté a mi camarada y buen amigo, Rafael C. Estremera, que tenía la sensación de que la recontraconquista de España por los moros, ya estaba en marcha. Y, Rafael me contesto que él también tenía esa sensación.

Nos quedamos cortos, porque no solamente España es quien se encuentra en peligro, sino todo el mundo occidental, el oriental y hasta el asiático; nadie está a salvo de los asesinos de Al Qaeda. Hay infinidad de activistas islamistas camuflados en mezquitas por toda Europa, donde emboscados van formando parte de la Bestia Asesina de mil cabezas, prestas cada una de ellas a atacar, sanguinarias, en cualquier parte de mundo; no es solamente Europa la que se encuentra en el centro de su diana. La Bestia Islamista Asesina, dejando claro que su campo de batalla es ilimitado, acaba de hacerse ver en Nairobi (Kenya) dejando, por ahora, como trágica tarjeta de visita 69 muertos y 63 desaparecidos.

El islamismo radical y asesino lo tenemos dentro de nuestras empresas, en nuestros comercios, en las ciudades y en los pueblos; conviven aparentando estar integrados en nuestra sociedad, pero están siempre preparados para el acto terrorista, sin importarles morir, pues esa muerte les hace estar más cerca de Mahoma, en su paraíso, donde se hartaran de dátiles y leche de camella.

La expansión islamista no se paró a tiempo cuando era un simple sarpullido -tres méritos- y, en algún momento no lejano en el tiempo, no habrá más remedio que extirpar de raíz. No "to er mundo es güeno", como dice el eslogan andaluz, al menos mientras exista el radicalismo islamista, en toda sus variantes.

Sabed, los que me estéis leyendo que, para algunos imbéciles, estáis leyendo a un asqueroso racista; un fascista retrogrado que no admite al diferente, simplemente porque tiene un diferente color de piel. No hagáis caso; eso es totalmente falso. A mí me gusta y en ello me esfuerzo, ser un perfecto anfitrión. Nadie que no trate de molestarme, me molesta, y si alguien me molesta es porque, independientemente de su lugar de nacimiento, o de su color el tipo/a, es una mosca cojonera, a la que se debe con la mayor celeridad aplastar; y eso es lo que son Al Qaeda, y el resto de integristas islamistas.

1 comentario:

Rafael C. Estremera dijo...

Así es, Eloy. Y una de dos: o tú y yo -junto a todos los que ya entonces lo veían- somos muy listos, o los que aún no se enteran son rematadamente imbéciles.

Se admiten apuestas.