jueves, 21 de febrero de 2013

¡TODO EL GÉNERO EN OFERTA!.

Estamos asistiendo, a través de las hondas hertzianas, al Desastroso Estado de la Nación. Me estoy haciendo viejo. He aguantado impertérrito como un legionario de pecho al aire, las casi cuatro horas del encuentro verbal entre el presidente Rajoy y el jefecillo ramplón de la oposición, el señor Rubalcaba. No ha tenido contrincante el señor Rajoy. si siempre me ha parecido un "bluf", hoy, escuchándole, me ha llegado la alegría de alcanzar a ver el paupérrimo estado en el que se encuentra el PSOE. A la primera parte del discurso de Rajoy, presentación aseada y de buen tono; sonando a conocimiento y seguridad lo que decía, el señor Rubalcaba respondía, con su estudiada tartamudez, que tanto gusta al "ganao" de su redil, con acusaciones fácilmente rebatibles, o con exigencias de decisiones y acciones que él, dentro del gobierno Zapatero, en el tiempo que gobernaron (casi ocho años) no fueron capaces de tomar y, yo diría que, ni siquiera tenían idea de su existencia. El cuerpo a cuerpo ha sido tan desigual, como la pelea en un cuadrilátero entre un peso pesad y mini-mosca. El enano ha recibido palos hasta en el cielo de la boca. Hoy, en el hemiciclo de las Cortes Generales, se ha desmontado un mito; hoy, ante las cámaras de televisión, se ha desnudado a “Tarzán”, y resulta que toda la musculatura era peritita guata.

Bien; pues eso es lo que hay, mis muy queridos camaradas, amigas y amigos: la Feria en el Rastro; los "manteros" y chiringuitos preparados; calentando la voz los chamarileros, para lanzar sus reclamos. “Esto es el Rastro señores, vengan y anímense, les vendemos barato, con el precio en ingles; somos todo lo honrados, que usted quiera creer” ¡Todo el género en oferta! “Nicanor tocando el tambor” “algodón de azúcar para el niño y la niña ¡fotos; fotos para la chacha y el soldado”; todo quincalla barata u objetos de segunda mano más abollados que la trompeta de un titiritero, y el “ganao”, desechos de tienta, el mejor del rodeo. Eso que los españoles hemos visto y escuchado esta tarde en boca de quienes tienen en sus manos el presente y el futuro; todo eso que han ofertado, es nuestro doloroso destino; nuestro desastroso horizonte; es, al menos eso espero, el Purgatorio en vida, para subir a toda prisa al Cielo, el día que Dios nos reclame.

Y aún quedan dos sesiones. Esperemos que los grupos que intervengan, como casi ninguno tiene sus manos metidas en el Poder, sean originales y, por una vez, sin que sirva de precedente, no se les vaya a estallar la cabeza, por esforzar el cerebro -en el dudoso caso de que lo tengan-, le presenten al presidente Rajoy unas preguntas y unas propuestas acordes con el respeto que nos merecemos, tanto España, como los españoles. ¡Qué queréis? Yo nunca pierdo la esperanza.

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