miércoles, 6 de febrero de 2013

NO VALEN PARA OTRA COSA.

La señora Rosa Diez no puede olvidar su pasado en el PSOE; la señora Diez ha salido hoy, ventajista como de costumbre, a los medios de difusión que tanto le abrigan, para entregar a la opinión publica un manifiesto de con seis puntos fundamentales que si se le hubiera ocurrido a Casquero, todo el mundo se habría reído a mandíbula batiente, entendiendo que son ocurrencias de casquero pero, como la cosa viene de La Rosa de UPyD, la cosa tiene enjundia política y ¿Quién sabe? Lo mismo resultan ser esos seis puntos, todos juntos, la llave que consiga el milagro de a la vez, cerrar y abrir la puerta que al unísono, sirva para encerrar a la corrupción y liberar la honradez. ¿O no? Sí, sí; ya sabemos que la Pólvora se inventó por los chinos hace una “pechá” de años. Seguramente la merkel de bolsillo y de andar por la casa de la UPyD, no se ha enterado de algo tan elemental. Tan elemental como que sus seis puntos, empezando por el primero y concluyendo con el sexto, y todos sus apartados, están perfectamente recogidos como delitos en el Código Civil y perseguidos por la ley y la Justicia.

No es repetir leyes que ya existen, sino hacerlas cumplir ¡a rajatabla! En el mismo punto 1º, en un apartado pide negar la posibilidad de presentarse elegible a cualquiera de los comicios, a personas que estén acusadas. De esa manera, doña Rosa, hasta yo, tendría fácil llegar a la presidencia del gobierno; a las presidencias de las “Autonosuyas”; y a presidir los ayuntamientos de toda España, todo al mismo tiempo, acusando en los juzgados a lo más de cuarenta millones de españoles. Quizás si hubiera dicho imputados… los siguientes apartados (b, c, d, e, f): enriquecimiento ilícito; omisión o falsedad en la contabilidad de los partidos; exigencia de responsabilidad en la gestión; y limitar los indultos… Si todo está ahí; lo que pasa es que ustedes, los “Massa” de los partidos, deliberadamente lo transgreden, por intereses propios, familiares y amistosos.

Reforzar la independencia y autoridad sancionadora de los órganos reguladores y de control. Suficiente sería si la Justicia actuara como sería bueno que actuara: con absoluta autonomía, principio indispensable para una Justicia justa e independiente. También eso está recogido en la Constitución.

Aprobar una ley de transparencia que incluya a la Casa Real, a los partidos políticos, a los sindicatos (y a la patronal, que se le ha olvidado). Mira tú por dónde; en este punto, aunque no hay nada nuevo, me lo quedo.

Implantar una auténtica Justicia Independiente. ¡Pues claro! Ya lo sabemos, y lo peor es que ustedes, los políticos, también lo saben y por ese motivo no lo permiten. Ustedes, la clase política, han convertido a la Justicia en su puta particular a la que montan cuando y como quieren, por eso han permitido que se “gajee” en grupúsculos de intereses encontrados, a la busca de “cargos”. “Jueces para la Democracia” y otras organizaciones igual de “chorras” cuando lo que sería conveniente es que fueran todos, ¡Jueces para la Justicia!

Aprobar una ley electoral justa y proporcional que favorezca la participación de todos los ciudadanos. Con este punto me he reído más que con un chiste de Chiquito de la Calzada. ¿Justa y proporcional? Mira que rica es la Rosita. Si, para que después, “atendiendo la participación de todos los ciudadanos”, los partidos grandes compren los escaños de los partidos pequeños, y estos vendan sus escaños a aquellos por un plato de lentejas, con chorizo y morcilla. Dejando a los ciudadanos que les votaron, con cara de gilís, durante los cuatro años de legislatura.

Reformar la Constitución ¿para qué? para que recoja las propuestas ¿todas las propuestas ciudadanas? Y resuelva el modelo territorial del Estado. Yo, como ciudadano de esta cosa… esta… ¿cómo lo llamaríamos…? En fin; como ciudadano de este solar, que hace muchos años se llamó España, quiero, con todo mi derecho, nunca inferior que el derecho de Arturito Mas, que se me reconozca y se acepte el pasillo de mi casa, como país independiente del resto del Estado, por lo que en adelante en vez de ser ciudadano español, seré ciudadano Pasillero, con los derechos de mi propia constitución escrita en el papel del váter.

La cosa, después de treinta y cinco años llevándosenos la pasta (hasta la dentífrica) no va a cambiar; todo seguirá así, por la sencilla razón de que no valen para otra cosa. Y, lo peor de todo; el gran mal; el mayor de sus crímenes es que su rapaz condición, la están expandiendo con la virulencia de los bacilos de la gripe A. Se han hecho tan fuertes en su corrupción, y la han expandido tanta cantidad y tan deprisa, que lo único que queda incorruptible en este país, es el brazo incorrupto de Santa Teresa.

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