jueves, 7 de febrero de 2013

INDIGNO DE SER TENIDO EN CUENTA.

La cara dura del yerno del rey no tiene parangón en la larga historia de la delincuencia mundial. Hoy, creo que a las doce de la noche, expira el plazo para que Urdangarin y su socio en andanzas delictivas, entreguen los ocho millones y más de euros que se les ha puesto de fianza por el juez que entiende del caso. Y si no lo hacen efectivo ¿Qué? Pues nada; les serán confiscados sus bienes, hasta donde den de sí y el resto, “¿quies sauver?”

Las diferencias de trato, en este sistema que tildan de igualitario y nadie se lo cree, es escandalosamente injusto, pues se pueda dar, y se da el caso, en el que alguien comete la pillería de hacerle trampa  desierto del Sahara, el rey de Marruecos, echase en falta un granito de su arena. Con la legalidad vigente, este pobre hombre, podría acabar con sus huesos a la cárcel; pero si el yerno del rey, u otro individuo de similar ralea, evaden millones de euros, en perjuicio de la Hacienda Pública, la cosa se arregla con una multa, que nunca arruina al infractor, pero no pasa ni un minuto en la cárcel. Así es la justicia de este sistema ores en latrocinio, disciplina que les faculta para campar a sus anchas, sin miedo a las consecuencias porque ellos, dominan las consecuencias.  

El duque consorte, con intención de escurrir el bulto (presumo que no le será fácil al duque, empalmado) ha recurrido el auto del juez, amparándose en que la entrega de los euros que le toca entregar, “me llevaría a un empobrecimiento injusto”. A ese bigardo, seguramente, no le debió parecer que los beneficios de sus trapicheos (usando como abrelatas su parentesco de altos vuelos y rifle cazaelefantes), le estuvieran catapultando hacia un enriquecimiento injusto.

Siempre he pensado que aquel que basa su porvenir en la oportunidad de dar el gran braguetazo, es un desgraciado indigno de ser tenido en cuenta. El porvenir de este braguetero real, entre la, aparentemente desaparecida, aristocracia española, es de color negro, igual que el de su mujer, por muy duquesa e hija del rey, que sea.

Los pequeños comerciantes, si quieren perpetuarse, sabe que es condición inexcusable, en la descompensada lucha diaria en la que se nos han forzado a mantener con las grandes superficies comerciales, hacer lícitamente todo lo posible por ganarse al público, entregándole en perfectas condiciones, a cambio de su dinero, la mercancía pedida, envuelta en amabilidad, respeto y honestidad. Esa envoltura es la que el Jefe del Estado y su gobierno, deberían usar a diario, para compensar debidamente a quienes les estamos dando los medios económicos necesarios para que mantengan abierto, limpio y funcionando adecuadamente, el Comercio que se les ha puesto en la mano.

Ellos han roto el trato; nosotros les entregamos el fruto de nuestro honrado esfuerzo y ellos, a cambio, nos dan la quincalla de su catadura moral; nosotros nos mostramos correctos, y ellos se muestran como chulos de burdel.

Esta gente que se ha subido al pescante, avanzando por el calendario, día adía, nos van acercando, a velocidad máxima, al año 1931.

Junta experiencia en la vida
hasta pa dar y prestar,
quien la tiene que pasar
entre sufrimiento y llanto,
porque nada enseña tanto
como el sufrir y el llorar.


(Martín Fierro de José Hernández)

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Marcos: ¡Arriba España!

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