lunes, 4 de febrero de 2013

PPAYASOS.


España recibe a David Larible, uno de los mejores payasos del mundo. ¡Otro más entre nosotros! La filosofía del payaso, como es bien sabido por los aficionados al circo, entre los que me encuentro, es hacer payasadas; los buenos profesionales, simpáticas y graciosas, con las que consiguen hacernos pasar un buenísimo rato.  España siempre ha dado muchos y buenos payasos –Pompoff, Thedy,  Nabucodonosorcito y Zampabollos; los hermanos Tonetti; Charlie Rivel, los payasos de la tele, Gaby, Fofó, Miliki y fofito; a los que después se unió Milikito; y, últimamente, Popey y su familia, compuesta por su mujer y los tres hijos de ambos.



Esos, y algunos más que se me quedan escondidos entre las teclas del ordenador, son los buenos payasos; los que con sus mimos y ocurrencias divierten a los chiquillos, y a los mayores nos hacen reír como cuando fuimos niños: limpiamente y sin maldad.



Pero no todos los payasos se dedican al hermoso arte de hacernos reír a calzón quitado. Existe en paralelo –y para los lelos que les siguen- otra clase de payasos, malos como la madrastra de Blancanieves que, en vez de hacernos gracia, a lo que se empeñan de manera tozuda, como yunta de bueyes, es a hundirnos en la miseria triste y sombría mientras ellos, a manos llenas, se nos llevan el dinero de nuestros bolsillos a hacer turismo por Suiza y otros lugares más de Europa y América. Payasos que se han enriquecido en los últimos treinta y cinco años, haciendo malabares delincuenciales, convirtiendo los intereses del Estado, en propios intereses. Hoy, como nunca, la desvergüenza se enseñorea por nuestra patria. Desde lo más alto, al más bajo escalón del Estado, todo está para tocarlo con guantes en las manos para no emponzoñarse.








La deslealtad a la Nación y a la propia familia; el reparto canalla de los dineros del Estado que deberían haber sido empleados en proyectos industriales que sirvieran para hacer menguar el paro, al que de mala manera ellos han contribuido, y para aliviar las dificultades físicas y económicas de quienes las precisan; se han depreciado los valores que más no alejaban de los animales, sustituyéndolos por egoísmo, avaricia y promiscuidad. Ni una sola de las instituciones del Estado se salva: no hay día que no se dé por los medios, el nombre, el cargo político, la malversación efectuada y las siglas, reticentes, de los partidos. Y, lo que más fastidia es que, los muy desvergonzados, nos piden agradecimiento por los desvelos que el trabajo de administrarnos les provoca, y lo escaso de los euros con que se les paga.





En la foto, sobre estas líneas podemos ver, con un poco de fantasía, la imagen de los tres monos que nos hablan de no ver, no hablar y no oír. Ninguno de los tres, durante sus vidas, han hecho otra cosa, para vivir infinitamente mejor que la mayoría de los que aportamos para pagarles sus salarios.



Mi abuela Leonor decía, “Dios me ponga donde “aigua” que, de lo demás, ya me ocupo yo.”



Hace unos días, en conversación con un demócrata convencido, él me decía que durante el franquismo, había tanto o más choriceo que ahora. Muy bien, aceptemos la mayor; digamos que aquellos robaban tanto como estos; pero la gran diferencia es que aquellos, además, fueron capaces de crear una industria pujante, las empresas del INI (Instituto Nacional de Industria) que estos vendieron haciendo desaparecer en sus bolsillos, el producto de la venta. En unas pocas palabras, aquellos crearon riqueza y estos se la están llevando.



Sigo a la espera de que se descubra la cuenta secreta de don Francisco Franco Bahamonde en Suiza o Andorra.


1 comentario:

Unknown dijo...

Buenas noches amigo:
Te mando este mail, para ver si puedes colaborar en la inserción de tu Blog de las APPS recién creadas por mí de las figuras de Francisco Franco y Jose Antonio Primo de Rivera.
Te agradecería la colaboración de la manera que tu creyeras oportuna.
1. Colgando la foto que aparece en esta entrada de mi Blog http://laballenaalegre.blogspot.com.es/2013/02/hola-todos-de-nuevo.html enlazada a esta dirección https://play.google.com/ o
2. Haciendo una entrada en referencia a la aplicación.
De antemano agradecido y si la linea de tu blog no lo admite, lo entendería.
Un abrazo, no sin antes recordarte que estas enlazado en la APP de Francisco Franco, por si no te gustara me lo dijeras para quitarte.