miércoles, 12 de diciembre de 2012

“SÍNDROME DE ESTOCOLMO”.


Muchas veces he escuchado hablar sobre el síndrome de Estocolmo, pero siempre unido a alguna persona que había sido secuestrada. Sabía de qué trataba el asunto: cierta simpatía por el secuestrador por parte del secuestrado y hasta un punto de comprensión y excusa. Posiblemente me habré quedado algo corto en la explicación, pero en estos momentos no es interesante extenderme más, porque no es una tesina sobre ese síndrome, sino contaros como, de una forma extraordinariamente explícita, me han mostrado la fea cara del “Síndrome de Estocolmo”, en las igualmente feas caras de cuatro apátridas.

El pasado domingo, en la pagina 8 del periódico “El Mundo”, aparecen, agarrados a una bandera cuatribarrada, una de las banderas más honorables de España, cuatro individuos que se autoidentifican como separatistas catalanes. Los cuatro mozos responden a los nombres de Manolo Ortega, Maxi Calero, Paco Rodríguez y Lolo Calero. Dos son extremeños de Badajoz y Paco Rodríguez descendiente de granadinos. De Manolo Ortega no se dice en el periódico la procedencia pero, por el apellido, seguro que no debe ser catalán.

La excusa que usan, y que les parece suficiente es que “la gente de por allí abajo está súper españolizada”. Y remachan “Hay quien no lo comprende. Les digo que sus hijos también se les independizarán”.

Es de bien nacidos ser agradecidos ¡Claro que si! El que salgas de tu pueblo a ganarte la vida honradamente y puedas hacerlo en otro pueblo, estar agradecido es lo natural; sentir un cariño por las gentes que sin prejuicio te han aceptado ¡Cómo no! Pero aceptar y ayudar a que ese trozo de tierra española sea desgarrada del resto de España, es un baldón del que jamás se podrán desprender. Ya es malo ser socialista; ya es malo ser comunista; pero ser separatista unos individuos que han nacido en Extremadura, en Granada o Murcia es algo tan horrible, que solamente se puede aceptar porque estén  infectados del síndrome de Estocolmo.

El tal Lolo, que se emociona con los triunfos del Real Madrid y de España en el Mundial y Eurocopa; que es seguidor del Real Madrid y hasta se pone la camiseta con el nombre de Ramos… que presión habrá sufrido (seguro que más que Ortega Lara) en San Vicente dels Horts, feudo de Oriol Jorquera,  para que la cercanía con el “captor” le haya empujado a dedicarse a recaudar, según dicen, 1.000 votos, para el partido secesionista ERC.

Si yo fuera paisano de esas joyas, cuando bajasen a “las tierras de allí abajo, su tierra pacense, a ver a las gentes súper españolizadas”, les acusaría, delante de todas sus gentes, de sucios apátridas; de imbéciles que, pudiéndose sentir orgullosos de ser españoles de toda España, se conforman con hacerle el caldo gordo a unos estúpidos aldeanos; los que en su interior se estarán riendo de esos “españoles” que, como perros, “comen de lo que les damos”.

Pues… ¡que les vayan dando!

* * * * *

Estoy que me salgo por el cuello de la camisa. El temor no me deja dormir, ni comer, ni jo… lín; estoy con una zozobra de escándalo. “La policía logra más datos de cuentas suizas de Pujol y Mas”. Y, claro; yo estoy muy preocupado porque viendo como se va cerrando el círculo, temo que la policía llegue a descubrir mis cuentas antes de que las descubra yo; o es que no tengo cuentas de dinero opaco en Suiza y me estoy preocupando sin motivo. A lo peor es que no soy lo suficientemente ladrón, desfalcador o extorsionador como para poder disfrutar de una grosa cuenta en Suiza. Que asco ser honrado ¿Verdad, señor Bono?.


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