martes, 20 de noviembre de 2012

SOCIEDAD AVANZADA.

Cuando esta tarde he abierto el ordenador y puesta la hoja de mi blog en la pantalla, en vez de escribir sobre NUESTRA FECHA, he pinchado el blog de mi camarada Rafael C. Estremera; una vez leído su trabajo, poco me quedaba por decir. Y, ese poco es lo que me dispongo a escribir, no sin recomendaros lo de Rafa.

Hoy, 20 de noviembre, para los buenos españoles es un día de recuerdo, por cumplir aniversario, de nuestros mejores, Francisco Franco, con su mando certero y José Antonio, a pesar de su temprana muerte, no sin antes dejarnos su doctrina, por la asesinas manos de los rojos y el desdén culpable de la derecha, como muy bien señala mi camarada Rafael C. Estremera. También, por la gracia de los actuales políticos, hoy, 20 de noviembre, se cumple el primer aniversario de la victoria del PP, en las últimas elecciones generales. Franco y José Antonio, fueron los impulsores de una España ascendente; estos son, junto al “motor del cambio” la representación de la decadencia nacional; caricatura ordinaria y casposa de lo que debería ser una clase preparada para el buen gobierno de los españoles. Y, una vez cumplido el deber de no dejar pasar esta fecha en balde, me doy paso a un comentario menos trascendente.


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Recientemente he leído, avalado por una de las firmas más importante de la literatura nacional y del periodismo en el que se asoma con frecuencia, que no es posible una sociedad avanzada, sin la existencia de la Banca, la Política y la Empresa.

Como seguramente habéis adivinado por mis escritos, los que no me conocéis físicamente, soy una persona sencilla, no de virtud, que también, sino de inteligencia y conocimientos; pero esa sencillez, no es óbice para que cuando leo o escucho una opinión poco consistente, dígalo quien lo diga, se encienda una minúscula bombillita, en algún recóndito lugar de mi cerebro que desconozco; una lucecita, que hace saltar las alarmas de mi limitada posibilidad de comprensión.

La persona que desde la tribuna de papel de un periódico lanza esa afirmación es don Fernando Sánchez-Dragó, componente de “la tertulia de los sabios” junto a don José Luis Garci y don Luis Alberto de Cuenca, que dirige don Luis Herrero en la emisora Esradio.

Y las razona a su estilo, con pocas palabras pero muy concisas; al menos esa la impresión que he sacado yo de su estilo, después de haber leído varias de sus novelas. En cuanto a la Banca, lo hace así: “¿Qué sucedería si los bancos cerraran? Y, sin esperar a respuestas ajenas, nos regala la suya, que por ser suya, es mucha respuesta: “perderían ustedes sus ahorros, no podrían adquirir una casa por falta de hipotecas y no recibirían créditos para abrir empresas o mantener las que ya tienen. ¡Ojito –nos previene sabiamente- con demonizar a los bancos! –Se olvida de las cajas de ahorros- Los nazis lo hicieron y terminaron gaseando a los judíos”.

¡Coño, don Fernando, se ha pasado! Por otro lado, sin intentar echar por tierra su alegato en favor de las entidades crediticias creo que, lo primero que es preciso hacer, es ingresar en esas entidades nuestros ahorros, ¿que sin ellos, no habría hipotecas? por supuesto, pero el señor Botín, por poner un ejemplo, no se habría hecho tan millonario como ha llegado a ser. Lo de los créditos para abrir o sujetar empresas, he de admitir que tiene razón; pero el dinero que las entidades crediticias venden con pingües beneficios, en origen, sigue siendo de los ahorradores, que en ese tránsito, son los que menos se benefician. No creo que nadie en su sano juicio piense en gasear judíos; si es caso, a unos cuantos banqueros y presidentes de cajas.

La segunda de las necesidades de las que según don Fernando Sánchez-Dragó no se puede prescindir, la Política. Ahí, si que si; no me queda más remedio que aceptar la “imprescindibilidad” (ahí queda eso) de la política porque sin ella, no habríamos el dudoso gusto de soportar a personajes tan “floridos” como los que compone la hornada del posfranquismo; piara de descerebrados profundos, solamente válidos para el robo y el saqueo de las arcas del Estado, zurrón donde van a parar los euros de nuestra aportación impositiva. Gracias a la política, se pasean por las calles de cualquier ciudad española una legión de delincuentes a quienes la justicia no enchirona, merced a las leyes de los políticos; en las provincias Vascongadas los terroristas se han enseñoreado del poder administrativo, merced a la permisividad de los políticos ¿Sigo…? No, don Fernando, no amaneceríamos en una dictadura porque, a lo mejor, una persona inteligente, decide que para entrar en la maquinaria del Estado, se debe aportar un currículo académico, que avale aptitud y conocimiento de las distintas materias que hacen posible la gobernación.

Y, la tercera de sus afirmaciones, la que más dudas me ha levantado, la Empresa. Pero no será esta Empresa; la que sustituye humanos por máquinas; no será la que se lleva la fabricación a países subdesarrollados, para que el producto salga mas barato y ella gane más; no será la que fuerza la ruina de fábricas y, una vez saldadas las deudas por ruina, crear, con los bolsillos fraudulentamente llenos, otras empresas con las que emprenderán el mismo camino; la empresa que desfalca a Hacienda y se lleva los millones de euros a bancos suizos; la empresa que se fusiona para que, con la nueva identidad, vayan al paro cuatro mil trabajadores; la empresa que no paga a las pequeñas empresas colaboradoras; las grandes empresas de alimentación que, con el beneplácito de LOS POLITICOS, están arruinando al pequeño comercio.

Si Dios no lo remedia, don Fernando Sánchez-Dragó, me podía decir, si es que se entera de mi existencia, que él tiene razón y que yo no tengo ni zorra idea.

1 comentario:

marcos dijo...

BRI-LLAN-TE ¡¡¡¡¡

criollo y andaluz