jueves, 19 de julio de 2012

RUTINARIO O VOCACIONAL.

El día 18 de julio de 1936, el Ejército de España, se levanta contra el desbarajuste y la barbarie creados por una clase política infame, creadora e instigadora de la persecución religiosa; creadora e instigadora del crimen político; creadora e instigadora al desprecio de la vida y de la propiedad legítima.

El día 18 de julio de 2012, el Ejercito de España…

¿Qué fue del glorioso Ejército Español? ¿Dónde se ha ido el espíritu de los militares “africanos”? Lo ha conseguido; le han ido cambiado el carácter militar hasta convertir el ejército en una ONG y a los militares en funcionarios más pendientes del horario de trabajo que de defender a la Patria “Hasta la última gota de sangre” como yo juré, sabiendo lo que juraba. Y hoy, pasadas unas cuantas lunas, que diría el indio Jerónimo, de aquel juramento en el aeródromo de Griñón, donde murió García Morato, sigo dispuesto a cumplir el juramento si la Patria me lo demanda.

En estos días los funcionarios con uniforme, estrellas, galones y armamento que dicen ser militares, están muy revueltos porque dentro de las medidas adoptadas por el gobierno de la Nación, sobre todo una, más que la rebaja del salario, les ha escocido cantidad, les han quitado el disfrute de parte de los días “Mocosos”, ese desafuero, a una de las asociaciones de militares de nuevo cuño, le parece intolerable. Claro que si por aquellas calendas hubiera establecido en el ejército el derecho a disfrutar de esos días, posiblemente Daoiz y Velarde; aun estarían vivos, perdón por el esperpento.

No es de recibo que unos caballeros con vocación de servicio a la Patria, desde la milicia, que tienen el importantísimo mandato de defenderla hasta la muerte, eso lo han jurado o, como se hace ahora de amariconada manera, prometido, habiendo tantos motivos para hacer acto de firme presencia y exigencia máxima, se cabreen como monas porque les han quitado unos días mocosos… Motivos hay para cerrar todas las academias militares, si todos los oficiales que salen de ellas alcanzan tan lamentable grado de disponibilidad.

El militar, hoy ya todos son profesionales, pero quiero referirme al de carrera, no es ni más ni menos que cualquier otro funcionario, va a su puesto en oficinas o regimiento, y lo único que les preocupa es que el día transcurra rápido y sin incidentes, como un buen encierro de los sanfermines; sin tener el engorroso deber de redactar informe alguno y darle curso. La función publica podría decirse que se divide en dos grupos que al menos a mi, me parecen muy diferenciados. El que su cometido, sin restarle importancia, es -descargándole de cualquier carga negativa- rutinario; es el caso, por poner un ejemplo, los funcionarios de los ayuntamientos; los funcionarios que llevan la burocracia de los ministerios. Y el vocacional que exige un sacrificio mayor, y de ello se tiene noticia a priori; por poner varios ejemplos, los militares, los médicos, los bomberos, los policías. A un funcionario del ayuntamiento no se le debe pedir que entregue su vida cumpliendo con la obligación de cursar una licencia de obras, de la misma manera que un medico (cirujano) no puede dejar al paciente sobre la mesa del quirófano, con las tripitas fuera del cuerpo, porque ha terminado su jornada laboral; ni un bombero, por el mismo motivo, deja de bombear agua sobre el fuego; o el militar afloja el dedo en el gatillo del arma porque han dado las seis.

1 comentario:

Doramas dijo...

Tienes razón, ya no es lo que fué. Los mandos militares a partir de Comandante, solo ascienden a dedo, que es lo que monto la Chacón, para poner en el Generalato a sus seguidores.
Ahora resulta que unos mamandurrias, salen con un comunicado, ¿amenazando? al gobierno y yo me pregunto:
¿Donde estaban esos mamandurrias, cuando nuestros soldados mueren en el extranjero y los traen a España, de noche, para evitar rendir honores y con unos paseillos que mas parecen toreros del tres al cuarto.
Justamente eso, ¿DONDE ESTABAN?.
Un saludo y ¡¡HASTA LA ULTIMA GOTA DE SANGRE!!