Hay personas -yo soy una de ellas-, que de manera abierta, dando nombre y apellidos, expresan sus opiniones, independientemente de que sean atinadas o no, dando facilidades a quienes discrepen para que puedan debatir, si les place, de manera educada, y con la valentía -mínima valentía-, de dar su nombre, condición indispensable para demostrar que, siendo hombre o mujer, se visten por los pies -no como antiguamente las mujeres, que se vestían por la cabeza- y son dignos de ser escuchados, o leídos, y respondidos con la misma manera.
Hoy, el cuerpo, en un primer momento, leyendo unos anónimos que he recibido en mi correo, me pedía responder con la acritud que merecía su falta de educación y de respeto, pero, no; el ser cobarde que se esconde detrás del escudo del anonimato, no se merece ni un segundo de mi tiempo; ni un centímetro de mi blog. ¡Que te den!
Mis queridos camaradas, amigas y amigos; en este país en el que estamos pagando caro el peso de nuestras culpas, es un prodigio de ingenio. Aquí, en esta destartalada España -veremos si hay quien la reponga- se crean oficios con la misma rapidez que desaparecen. Hace unos días, en una emisora de radio, la entrevistadora le pregunta a la entrevistada, una senadora o diputada socialista que no llegué a reconocer: “usted ¿ha trabajado en algo? ¿Cuál es su profesión? Acomodaros bien recios en vuestros asientos, porque la respuesta es para caerse de espaldas: “Si, yo he trabajado mucho; soy gestora de Fundaciones” ¡Tócate los pelendengues! Gestora de fundaciones socialistas… esta novedosa profesión, junto a la de prevaricador político; “cohechista” político; despilfarrador político; desfalcador político, y otras profesiones del mismo jaez, es una de las nuevas profesiones que vienen a sustituir a profesiones tan nobles como la ebanistería; la marquetería; los bolillos… Cosas del progreso que estamos alcanzando, que dicen.
¿Asesinato? ¿Violencia de Genero? ¿Inversión provechosa? En estos últimos días hemos visto en los medios de información, los escritos y audiovisuales, el extraño suceso de que unos individuos (dos, de momento, ya veremos si salen más) que habían asesinado a sus respectivas esposas, desde el mes siguiente del asesinato estaban cobrando la pensión de viudedad. Así funciona la democrática administración que ha instalado en España, una tribu de chorizos, choricillos, chorizazos y choricetes para beneficio propio, en primer lugar; del partido en segundo lugar y, si sobra algo, como se les echa alpiste a los pajarillos, echarle esas miajas para que coma el “Pueblo Soberano”. ¿Pensión de viudedad tras asesinar a su esposa? ¡Esto es Jauja! más de un bestia estará pensando ¡¡¡A por ellas!!! Este, si el sentido común no se recupera, será la letra del éxito musical del proximo verano; nada de Gorgi Dan. ¿Será posible un Mundo sin mujeres? Algunos pensarán, los muy acémilas, que mientras haya “Cerolos…” como si el único valor de la mujer fuera lo sexual.
No es para hacer bromas de algo tan serio como es la vida de seres humanos tan imprescindibles. La mujer es la flor que triunfa en el Rododendro; la mata de este arbusto es basta, fuerte y leñosa; las hojas, duras y resistentes a las inclemencias meteorológicas, pero la flor, además de ser parte integrante, aporta su belleza, que es lo que da motivo a la existencia de la planta. La mujer goza de inteligencia igual que el hombre; la mujer es tan capaz como el hombre para cualquier de las actividades que este sea capaz de realizar y, como la flor del Rododendro, triunfa por su belleza; por su fortaleza; por su capacidad de sacrificio y, como si todo lo anterior fuera poco, por ser capaz de realizar el hermoso milagro, concedido por Dios, de crear vida en sus entrañas.
Lástima que algunos partos se conviertan en seres tan despreciables, como son los que las insultan, las agreden o las matan.
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