jueves, 20 de octubre de 2011

Imposible la habéis dejado.

No lo tienen fácil los humoristas en España; es más, en los últimos tiempos, hay que tener muy mala leche para intentar ganarse uno la vida con gracietas y gilipolleces, viendo como las estamos pasando, y es tan solo la antesala de lo que se nos avecina. No es derrotismo, sino el dibujo perfecto de lo que el futuro nos tiene preparado, por haber permitido que esta gentuza nos haya estado gobernando durante los últimos ocho años.

Ellos,  serán –que lo son- el excremento del animal más asqueroso que habita sobre la faz de la tierra; pero nosotros, la sociedad sufriente, los españoles que nos pasamos el día protestando, si podemos presumir de algo, es de ser unos CALZONAZOS. Estamos siendo capaces de acudir al degolladero, como las ovejas; mansos y balando bajito. ¡Me cago en diez! Hace muchos años, en Galapagar, un pueblo de la sierra de Madrid, un ganadero quiso matar a unos toros suizos, normalmente mansos, que se le habían vuelto bravos; al llevarles al lugar donde se les iba a sacrificar, se revolvieron, seguramente porque olieron la sangre, y tuvo que ser el Comandante de Puesto de la Guardia Civil quien, a tiros, acabase con los cuatro animales, que no se dejaron fácilmente abatir. Los españoles fuimos TOROS en nuestro corral y TORAZOS en corral ajeno. Pero… eso fue hace tanto tiempo…

Durante estos trágicos ocho años, hemos asistido impertérritos, como si lo que pasaba ante nuestros ojos fuera un capítulo de alguna serie televisiva, al mayor saqueo de las arcas del Estado que jamás hayan ocurrido en España, y eso ha sido básicamente bajo el amparo de la rosa y el puño y las siglas PSOE, sin olvidarnos de los partidos separatistas de Cataluña, Baleares y Vascongadas. Si, ya lo sé; también en el PP e IU, y hasta en partidillos locales.

Después de ir viendo cómo se nos iba escapando por entre los dedos de las manos nuestro puesto de trabajo; nuestro pequeño taller o nuestro pequeño comercio; nuestras posibilidades de salir adelante son solamente tres: el Cuponazo de la ONCE, la Lotería nacional y el Euromillón. Todas las mañanas, los españoles o, sea, nosotros, tú, yo, este, ese y aquel; todos, si exceptuamos a los guarros que viven y comen de nuestro sudor, nos levantamos de la cama esperando el “milagro” de que nuestro número, sea el del gordo -a buena industria nos hemos enganchado-. Estas tres opciones son las posibilidades con que jugamos los españoles, después de haber perdido nuestro empleo, nuestro pequeño negocio y hasta la fe y la esperanza en que la cosa, gane quien gane el 20-N, pueda en el corto plazo, girar en positivo.

 “Con lo que habéis osado, imposible la habéis dejado para vos, y para mí” le dice Don Luis Mejía, a don Juan Tenorio. Eso habrá de decirle don Mariano Rajoy al necio de Zapatero cuando hagan el relevo en la Moncloa. Yo, le diría muchas más cosas, a pesar de que no soy mal hablado.

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