Esta gentuza.

¡¡¡Estoy muy cabreado!!! Tan cabreado, que no tengo ganas ni de mirarme al espejo, con lo que pierdo con ello. Hoy, si hubiera un banderín de enganche, para “hacer algo bueno”, ya estaría en la posición de firmes esperando ordenes…

En la larga Historia del Mundo, desde el país más grande e importante hasta el más pequeño y mísero, jamás un Gobierno se ha portado con menos patriotismo que esta partida de chamarileros, capaces de vender hasta la honra de sus mujeres, si fuera preciso, para alcanzar sus metas, llegados desde las hediondas cloacas del PSOE.

Esta gentuza, sin moral y sin decencia, ha puesto al Estado de España, al nivel de la banda de asesinos, ETA, que ha segado cobardemente, durante casi cincuenta años, la vida a cerca de mil españoles.

Esta gentuza, babeante y casposa, ha pisoteado la dignidad de las víctimas que quedaron invalidas o con lesiones irreversibles y a la de las familias de las víctimas mortales, al pactar con esos asesinos la legalización de la ETA, uno de sus brazos polítios (Bildu), a cambio de una declaración ambigua que no compromete a nada, a esos asesinos, para poderse presentar a estas elecciones del día 20-N, con el “pastel” de la “rendición” de ETA, con la malévola intención de que le haga la labor que "alguien hizo" el desgraciado 11-M, si no para ganarlas, como desgraciadamente ocurrió entonces si, al menos, para alcanzar una derrota no escandalosa.

Esta gentuza, encabezada por Rubalcaba, ha ido tejiendo cuidadosamente la trama, desde antes de que el PP dejara la responsabilidad de Gobierno, a pesar de tener firmado un pacto Antiterrorista; otra muestra de su maldad. A poco que hagamos memoria, recordaremos casos flagrantes como la excarcelación “humanitaria”; chivatazos policiales que salieron a la luz -¿quién nos puede asegurar que no hubo más?-; sentencias impropias de los altos tribunales; jueces olvidadizos de causas, por las que no se pudo juzgar; ayudas económicas a las familias de los presos y acercamiento de estos a prisiones próximas.

Esta gentuza, antes de arder en la hoguera de su propia estulticia, ha llenado de oprobio a España, ante el resto del Mundo, y por ende, a todos los españoles decentes de cualquiera de las ideologías políticas.

Esta gentuza, que en sus filas ha tenido a los peores y más cobardes asesinos: el GAL, por supuesto, no ha tenido grandes dificultades para tratar con sus “coleguillas en travesuras”. “Venga tíos, ahora decís que habrá “Alto el Fuego” y, luego…” “Es que a cambio queremos…” “Ahí os dejo a Rajoy”.

Esta gentuza, “Yo, José Luis Rodríguez, con diploma de nieto de fusilado por Franco –cosa que da lustre de cojones-, como os prometí, ahí os dejo el mayor de mis triunfos: "en el día de hoy, desarmada y cautiva la ETA, han alcanzado las tropas de Rubalcanianas sus últimos objetivos. La ETA ha terminado de matar". El Zapatero.

Y, ¡¡¡Una mierda para ti, felón!!!  La ETA volverá a las andadas, en cuanto no logren lo que desde el inicio viene persiguiendo: independencia, adhesión de Navarra y la salida de los presos de las cárceles, los pocos que van quedando gracias a “Esta Gentuza”.