jueves, 1 de septiembre de 2011

No me fio un pelo.

Se dice que, reunión de rabadanes, oveja muerta. Esperemos que las ovejas del refrán no seamos los sufridos españolitos de a pie. Este es el miedo que me produce el acuerdo al que han llegado los dos partidos mayoritarios de esta mierda de sistema político -el PSOE y el PP-, los mayores rabadanes de este, más que chuchurrido, caduco reino, que le sirve de coartada. En principio, este acuerdo, parece que viene a meter en cintura económica a las manirrotas comunidades autónomas. Si fuera así, bien venido sea.

Pero, no me fio; no me fio un pelo, de lo que este ganao, de pelo o pluma, sea capaz de hacer –sus actos no suelen ser inocentes-, sin ninguna fuerza que les frene, cuando se les enciende la bombilla de las maldades; esa que se les luce con demasiada frecuencia a tirios (PP) como a troyanos (PSOE).

Por uno de los lados del acuerdo, estoy más preocupado que un rojillo al lado de una charcutería el día de san Martín, pero, por el otro lado, me divierte ver a los necios separatistas, en la tribuna del Congreso, echar espumarajos por sus asquerosas bocas de belfos equinos. Todos esos jodidos paletos venidos a más, sin motivo intelectual que les avale, –qué descanso habrán dejado en sus ciudades de origen-, dentro de sus estrechas y anticuadas prendas de mal vestir -solamente les faltan los blusones, las fajas y las boinas-, relinchan, piafan y sueltan coces, al tiempo que en extraña metamorfosis, reparten cornadas de toros “bizcos” en todas las direcciones, porque barruntan que los tiempos de poder coactivo que han ejercido durante los últimos treinta y seis larguísimos años, cual mafiosos del “Padrino”, se les vienen al suelo, llevándose en la caída la llave de la despensa; los dineros con destino a sus faltriqueras. Estos jodidos separatistas de chascarrillo, aun con el pelo de la dehesa, son cuatro gotas de lluvia sobe el caudal del río, aunque se les unan los rojillos revueltos y la marchita Rosa pro abortista de UPyD, y presumen de ser los causantes de la riada.

El que garabatea esta hojilla del blog -o sea, yo-, aparte de capar ratones, que es hasta donde llegan las luces de mi saber, no tiene otros conocimientos de interés, como podrian ser el desarrollo de las materias necesarias para hacer un buen gobierno. Pero el sentido común me dice que, además del acuerdo sobre el techo de gasto de los diecisiete reinos de taifas, deberían llegar al acuerdo de restringir su discrecionalidad, y recuperar para el gobierno de la Nación, la exclusividad de la Educación, de la Sanidad, la propiedad del suelo y el mando de todos los cuerpos policiales. Eso, de entrada. Dejando para la discusión, la existencia de las diputaciones y la reducción de los ayuntamientos, el cierre de todas las fundaciones que no estén subvencionadas con dinero privado y la subvención a los partidos políticos, patronal y sindicatos. Que cada perro se lama su p… a mí, nadie me subvenciona.

En fin, para terminar esta intervención, me voy a permitir darle un consejo a la persona del PP, que para sellar el acuerdo, tenga que estrechar la mano del socialista, sea el que sea: señor del PP, cuando separen sus manos ¡no se olvide! Cuéntese los dedos, no vaya a ser que se le falten  algunos.

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