sábado, 24 de septiembre de 2011

Los "piños" contra las urnas.

¡Aquí huele a muerto y no soy yo! Este es el comentario que entre dientes van haciendo los militantes socialistas, cuando pasan por delante de la puerta de Secretario General del PSOE, en la sede de Ferraz.

En verdad es que a muerto, metafóricamente hablando, huelen todos los socialistas que no irán en las listas; los policías que están imputados en el caso “faisán” y Rubalcaba y sus secuaces que, después del 20-N, tendrán que dedicarse a vender CDs sobre una manta, como lo hacen los manteros a quienes ahora manda perseguir. ¿Os imagináis a Rubalcaba sentado como un faquir, con un CD en cada mano, ofreciéndoselos a los viandantes? Pues, desterrar esa imagen de vuestro cerebro porque eso no va a suceder, desgraciadamente: pero, al menos, nos llevaremos la alegría de verle dejarse los “piños” contra las urnas. Es posible.

No se vosotras y vosotros, pero yo estoy deseando que llegue el 20-N, en primer lugar, porque, aunque sea en petit comité, me gusta recordar a nuestros dos principales ausentes, José Antonio Primo de Rivera, asesinado en Alicante por los rojos, y Francisco Franco Bahamonde, Generalísimo de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire, y Jefe de Estado de España, hasta el último suspiro de su vida; vida que dedicó al servicio de España y de los españoles. Lo que ocurra en las urnas, ese día, -los españoles  elegirán entre una panoplia de nombres y siglas, la mayoría de ellos sin tener zorra idea de lo que están haciendo-, a quienes nos han de gobernar durante los siguientes cuatro años. Esperemos que la era de la horda socialista, Dios nos la acepte como penitencia e ilumine a quien venza.

Yo, cuando me acerco al colegio electoral, busco entre aquel maremágnum de papeletas, las que llevan insertas el Yugo y las Flechas. Me da pena; ¡Cuantas Falanges hay! ¿Cuántas papeletas hay que también podrían estar cerca, o dentro, de Falange, si se les permitiera? El 20-N sería una fecha –yo querría que fuera ¡la gran fecha!- para que todos los falangistas, viejos y jóvenes, lleguemos a comprender que, aunque aspiremos a ser “la minoría selecta”, es muy triste que ese deseo nos lleve a la exageración de lograr una minoría, tan minoritaria, que cada uno de nosotros seamos, esa “minoría selecta”. Pero no la minoría selecta que deseaba nuestro Jefe Nacional, José Antonio. Él quería que cada falangista, imbuido en ese espíritu, y con su excelente comportamiento, fuera para los demás, la referencia; el espejo en el que se deberían ver todos los españoles. José Antonio, nunca busco el aislamiento de su idea, porque esa idea era la mejor en aquella España en proceso de putrefacción.

El 20-M, debería ser para toda las personas decentes, que somos muchísimas en España, el día de ¡Una, Grande y Libre!  ¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!

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