Si no me gusta el sistema ¡cómo me iba a gustar los pactos post-resultado! Pero, saliendo de mi yo antisistema –sin rastas- no me gusta, al revés de otras opiniones, ninguno de los pactos, independientemente de quienes los realicen ni a quien beneficien. Si me pongo en la piel de un votante de IU -¡Dios no lo quiera!-, no me gustaría, lo que se dice pelo, que mi voto terminara valiendo para que la derecha (PP), gobierne en mi pueblo, en mi provincia o en mi comunidad autónoma; aunque peor sería que mi voto de derechas, sirviera para que la extrema izquierda de Llamazares (suena mejor Mata-zares), o del vicepresidente Iº, señor Pérez, lo hicieran en cualquiera de las tres instituciones o en las tres al tiempo.
Hoy, día 21, he leído el artículo que firma la admirable pluma o teclado de don Arcadi Espada, en la segunda página del periódico “El Mundo”. Al autor no le gusta la posibilidad, que da por hecho, de que IU (rojetes revueltos) de Extremadura dieran la gobernación de esa comunidad al PP. Y lo encuentra inexplicable en términos de racionalidad y de moralidad política.
Prescindiendo de ideales políticos, cada cual es muy libre de gozar el que quiera, don Arcadi me cae muy bien, porque si hay algo que me gusta más que la buena música, es escuchar a quien tiene algo interesante que decir, y lo dice bien; y don Arcadi, a mis oídos, suena como la Orquesta Filarmónica de Viena. Eso no es óbice para que crea que en el caso de Extremadura, se equivoca sin errar; se equivoca porque lo toca de manera singular, y no yerra porque es cierto que los pactos entre partidos dejan a los votantes con el culete al sol.
Propongo que partamos, don Arcadi, vosotros y yo, desde la premisa de que, tanto IU, como el PP, lo que desean para aquella provincia, es lo mejor. Por eso se han presentado a las elecciones ¡digo yo! Si eso lo aceptamos ¿Dónde reside la irracionalidad y la inmoralidad política? Para mí, no hay la menor duda, IU extremeña tiene tan sabido el comportamiento del partido socialista local, después de tantos años, que antes de darles los votos al PSOE, serían capaces de comérselos. Yo entiendo a los rojetes revueltos de Extremadura –he veraneado más de 20 años en aquella tierra y entre sus gentes-; ellos saben que el paro ha alcanzado el 30 por ciento y que con 1.628 euros al año, son la región más pobre de España y, ante esa situación hacen como el hombre desesperado, al frente un león, y a la espalda un precipicio profundísimo: se fue hacia el león esperando que la fiera no tuviera hambre.
De todos modos, ni al señor Espada ni a nadie he escuchado un comentario en contra de las uniones de hecho entre Coalición Canaria y el PSOE; Unión del Pueblo Navarro y el PSOE; el PSOE y el PP en las Vascongadas. Parece ser que lo raro es que la extrema izquierda, por una vez y que no sirva de precedente, se ha comportado de la mejor manera, en beneficio de los extremeños. Esperemos que el león, en esta ocasión, no tenga hambre.
Es improbable que esta reflexión llegue a oídos de tan ilustre personaje pero, si por esas cosas de la vida, ocurriese, le diría: don Arcadi Espada ¿de verdad usted cree que en este sistema hay alguien a quien le importe la Razón, la Ética, la Estética, y la Moral? ¡¡¡Hagan juego, señores!!!
Hoy, día 21, he leído el artículo que firma la admirable pluma o teclado de don Arcadi Espada, en la segunda página del periódico “El Mundo”. Al autor no le gusta la posibilidad, que da por hecho, de que IU (rojetes revueltos) de Extremadura dieran la gobernación de esa comunidad al PP. Y lo encuentra inexplicable en términos de racionalidad y de moralidad política.
Prescindiendo de ideales políticos, cada cual es muy libre de gozar el que quiera, don Arcadi me cae muy bien, porque si hay algo que me gusta más que la buena música, es escuchar a quien tiene algo interesante que decir, y lo dice bien; y don Arcadi, a mis oídos, suena como la Orquesta Filarmónica de Viena. Eso no es óbice para que crea que en el caso de Extremadura, se equivoca sin errar; se equivoca porque lo toca de manera singular, y no yerra porque es cierto que los pactos entre partidos dejan a los votantes con el culete al sol.
Propongo que partamos, don Arcadi, vosotros y yo, desde la premisa de que, tanto IU, como el PP, lo que desean para aquella provincia, es lo mejor. Por eso se han presentado a las elecciones ¡digo yo! Si eso lo aceptamos ¿Dónde reside la irracionalidad y la inmoralidad política? Para mí, no hay la menor duda, IU extremeña tiene tan sabido el comportamiento del partido socialista local, después de tantos años, que antes de darles los votos al PSOE, serían capaces de comérselos. Yo entiendo a los rojetes revueltos de Extremadura –he veraneado más de 20 años en aquella tierra y entre sus gentes-; ellos saben que el paro ha alcanzado el 30 por ciento y que con 1.628 euros al año, son la región más pobre de España y, ante esa situación hacen como el hombre desesperado, al frente un león, y a la espalda un precipicio profundísimo: se fue hacia el león esperando que la fiera no tuviera hambre.
De todos modos, ni al señor Espada ni a nadie he escuchado un comentario en contra de las uniones de hecho entre Coalición Canaria y el PSOE; Unión del Pueblo Navarro y el PSOE; el PSOE y el PP en las Vascongadas. Parece ser que lo raro es que la extrema izquierda, por una vez y que no sirva de precedente, se ha comportado de la mejor manera, en beneficio de los extremeños. Esperemos que el león, en esta ocasión, no tenga hambre.
Es improbable que esta reflexión llegue a oídos de tan ilustre personaje pero, si por esas cosas de la vida, ocurriese, le diría: don Arcadi Espada ¿de verdad usted cree que en este sistema hay alguien a quien le importe la Razón, la Ética, la Estética, y la Moral? ¡¡¡Hagan juego, señores!!!
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