¡Qué envidia me da!.

¡Qué envidia me da Bélgica! Ahí la tenéis tan feliz; ocho meses sin gobierno, y no ha desaparecido tragada por el desorden. ¿Será que no hay desorden porque no tiene gobierno?
Bélgica ha pulverizado el record que poseía Irak, 249 días. Parece ser que la profunda crisis de gobierno que padecen los belgas es por culpa de los valones francófonos, al sur de país, y de los nacionalistas flamencos, que viven al norte. Esta crisis le ha servido a ese tiste país, por un lado, para aliviar su economía pues, al no haber gobierno, no han tenido que pagar esos sueldos, que no será baladí la cosa; y en segundo lugar, algo que parecía imposible de lograr ¡Han conseguido hacer trabajar a un rey! Si, mis queridos camaradas, los belgas son los únicos europeos, que han conseguido hacer trabajar duro a su rey, Alberto II; el pobre monarca que, como sus homónimos/as del resto de Europa, estaba acostumbrado a no pegar un palo al agua, ahora parece ser que se encuentra extenuado por ejercer como único asidero para los políticos. Y de formar junto a los mejillones y las patatas fritas, el triunvirato simbólico de la unidad de todos los belgas.
No nos caerá esa breva; estos mierdecillas no se irán por mucho que se les empuje; estos, como Rígoli, siguen y siguen, mientras quede un chavo en las harcas del Estado. ¡Ojo! Que después vendrán a cogernos de los tobillos, y cabeza abajo, nos sacudirán hasta que en nuestros bolsillos solo queden las pelusas. Solo entonces, cuando hayan terminado hasta con los palos del sombrajo, con los bolsillos bien llenos, dejará el paso libre para que venga otro memo, como José María Aznar, y se descuerne hasta conseguir la recuperación económica, la recuperación industrial y la recuperación moral. Y será entonces, haya costado lo que haya costado, cuando esos millones de imbéciles emboscados, mientras se aprovechan de la bonanza, volverán a traernos a otra generación de chorizos "progresistas", que volverán a llevárselo, y otra vez, nos dejaran en la ruina. Así, como si fuera el día de la marmota.
Estoy ilusionado esperando que llegue el día 22 de mayo. No es que espere que ganen los "míos", me conformo con ver pasar con los cuernos arrastrando por el jodido suelo a tanto cabrón/na, que durante estos últimos siete años (y el que queda), tanto nos están haciendo la puñeta. ¡Pepiño, la rueda de afilador te está esperando! ¡Pajín, la bayeta, la escoba y el plumero te reclaman! ¡Rodríguez, tu puesto de profesor sin aula, gime de gozo esperando tu regreso! Otros irán a sus pueblos a arar con su padre y otro buey; otros se irán a hacer puñetas, si es que su poco valer les da para ello, y los pocos que queden, harán lo de siempre: enredar; fornicar a la marrana, que eso ¡ya les vale!

Hoy os voy a dejar con la tercera entrega del poema: EL CONTUBERNIO DE LA INIQUIDAD, de Felipe Sevilla Albarracín.

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Puso al mismo nivel que a sus verdugos
A inocentes nunca jamás culpables,
Indigno escribió de él USÍA,
Yo añado por mi cuenta ¡despreciable!

¡Viva ARZALLUS!, maestro de novicio,
Jesuita sacrílego, execrable:
Sacuden ramas sus amigos mejores
Y él las nueces recoge, ya con sangre.

Hurón en su expresión y su mirada,
Poder de nuevo rico que al hallarse
En lugar que no le corresponde,
Ridículo grotesco dice y hace.

Sus circunflejas cejas ya lo anuncian,
Satánico estigma, y encontrarle
Semejanza con las de ZAPATERO
Nos da su cerebro cifra clave.

¡Que cosecha de chusma repelente
Dio la siembra de tantas falsedades!
¡Qué mezcla de aldeano y de taimado
El de ese gilipollas lendacari!

¡Loor y gloria! al malaventurado
Muy nuevo, honorable y muy mangante
De otra nación que dice Cataluña
MARAGALL, presidente ya cesante.

Si no vienes al mundo en Cataluña,
Por designio de Dios inexplicable
Nunca disfrutarás de los rebuznos
De aqueste socialista impresentable.

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Después de estas lluvias, volverá a sonreír la primavera; ya lo veréis.