viernes, 18 de marzo de 2011

UN BIEN EN PELIGRO DE EXTINCION.

Este es uno de los momentos del día de mayor satisfacción: voy a reunirme con mis camaradas y con aquellos que, si no son camaradas, ellos no quieren que así lo sea, al menos si son amigos.
Yo me crié dentro del entorno de una familia típica española, de las de “antes”, y con la ayuda de mi mujer (Julia) en principio y la de mis dos hijos (Rufino y Jaime), entre los cuatro, hemos reeditado una nueva familia de las de “antes”, donde intento, y consigo, recuperarme del trabajo diario. ¿Por qué os cuento algo tan personal, que solamente a mí, de entre los que ahora estamos reunidos, debería interesar? Porque ese modelo de familia, es la piedra fundamental en la que debe asentarse una sociedad para su mejor desarrollo. En ella, como en una caja mágica, se encuentra amor en todas las buenas variantes; solidaridad; pedagogía ejemplarizante; respeto; abnegación desinteresada; tolerancia; comprensión. Las familias, de nuevo, deberían forjarse sobre ese yunque, por todos los brazos de los que se componga, pero para ello, lo primero que hay que hacer es trazar un plan de arranque cuya meta en el horizonte sea eso: una familia de las de “antes”. Es imprescindible elegir la pareja adecuada, e intentar ser tú, también el adecuado/a. Y nunca vendría mal dejar un espacio para Dios, ese buen compañero. Él no pesa y, si se hacen bien las cosas, es segura su ayuda.
La cosa no es difícil a primera vista; siempre que por el camino no se cruce un grupo de cabrones, como el que durante estos últimos treinta y cinco años ha ido perpetrando toda clase de barbaridades para acabar con ella. De los socialistas, uno llega a alcanzar un principio de comprensión, pobre gente, la mayoría no sabe dónde está ni quien fue su padre, pero que un partido de derechas, el PP, camuflado de centro-derecha, con más de diez millones de votos, haya contribuido, por acción u omisión, con el intento de finiquitarla, es, como poco inaudito.
El bombardeo contra la “Familia de antes” fue y sigue siendo continuo; los proyectiles muy variados y de todos los calibres. Desde los colegios e institutos, con una educación tendenciosa, fueron y aún siguen, socavando los valores de la familia, mostrando a los padres como unos dictadores fascistas que les impiden (a niños y adolescentes) ejercer su libertad. En la universidad no se mejora, más bien se empeora: algunos Campus se les puede ver enlosados con los envases de las bebidas, con profilácticos usados y toda clase de inmundicias. Por los pasillos, cafeterías o en las mismísimas puertas de las facultades, los chicos y chicas se pasan el “canuto” con total naturalidad. A esa labor de zapa, es a lo que con más ahínco se han dedicado preferentemente los gobiernos socialistas; saben que con una familia bien estructurada ellos no tienen opción, y ante tal circunstancia, la medicina adecuada: botellón; droga; promiscuidad; el aborto desde la adolescencia, Santiago Segura y Belén Esteban “la Princesa del Pueblo”.
Debemos cuidar a la familia de “antes”; es un bien en peligro de extinción.
¿Es posible que haya quien dude de la necesidad de una revolución? Por supuesto, “la Pendiente”.

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