DIOS MÍO, LÍBRANOS DE ESTOS GILIPOLLAS.

“Es que si no se toman medidas contra este gobierno España se irá al garete.”

Esto lo escucha uno decir en los medios de información por personas de influencia política o en la industria, o en la economía y automáticamente la mirada se va al Cielo, sea de día o con nocturnidad; esté o no esté nublado - ¡y que coño! aunque esté lloviendo a cántaros- y a uno, por ejemplo, a mí, de lo más profundo del ser nos brota una súplica al Poderoso Divino: Dios mío, líbranos de estos gilipollas.

Y es que solamente desde un estado de profunda gilipollez, con tantísimas pistas, es posible encontrarse con alguien que no se ha enterado que después de cuarenta y tres años viajando, ya hace siete años que los españoles estamos viviendo, muy malamente, en el “Garete”.

El esfuerzo que se debe hacer, que nos va a tocar hacer a todos los españoles, y será labor de varios lustros, preparémonos, es para salir de esta letrina en la que han convertido a España -el PP no es totalmente ajeno-, alejarnos y ayudar en su limpieza; a poner los cimientos -¡bien fuertes, joder!- para que nunca jamás pueda aparecer otro Pedro Sánchez, con iguales hechos delincuenciales (obligada presunción); para colaborar en la preparación de una buena “receta,” adecuada que al caso, y para que modere, ipso facto, los excesos ambicionales.

Es una verdadera pena que por no tenerla a mano, no la podamos probar en esta gran ocasión: La caída del Felón (no es del telón, como en el teatro) con toda su mala ralea de chorizos, prostitutas, cocainómanos, renegados y etc.

Eloy R. Mirayo.