LA GRAN HISTORIA, DE SENCILLO COMIENZO.

A TODA MI FAMILIA BLOGUERA ¡FELIZ 2014!

En aquella época uno se compraba un piso con la simple gestión de ponerse de acuerdo con el constructor. Yo, por poner un ejemplo cercano, pagué el piso (3 habitaciones, salón, cuarto de baño, cocina y un largo pasillo) en seis "larguísimos años" ¡Igualito que ahora!.

Y, si; debió ser por entonces cuando comenzó a gestarse la "Gran Historia" la que puso al dinero a subir desaforado hacia la cúspide de la pirámide. Y que más o menos sería así. Por aquel tiempo los bancos gestionaban el cobro de las letras de tres en tres meses, con un pequeño descuento que pagaba el emisor. Ante el gran movimiento de letras y pago de las mismas, entonces se pagaban, apareció el señor Motín, dueño del banco Mantander y "¡EUREKA!" Sería su exclamación. "Me voy a poner morao". ¿De qué manera? "¡Con las hipotecas! Así les sacare el dinero a las dos partes; al vendedor, a quien le daré el crédito para que pueda construir, y al comprador, que si llega a finalizar la hipoteca pagará, con los intereses, el doble del valor de la vivienda. Y si no llega (que no llegará), me quedare con la vivienda y el dinero cobrado. Antes ya me haber quedado con la inmobiliaria. Mejor negocio, imposible". 

Claro, usted, señor Motín y sus Motinos, paso a paso se van quedando con los pisos y con las constructoras... "Con la Industria y el Comercio; con todo, mi querido amigo; ¡absolutamente! A través del banco Mantander, me quedé con el Manesto y con algún banquillo más, donde mis hijos/as y nietos van mejorando su innata condición de aves de rapiña, heredada del primer Motín, y muy mejorada por mi. Mi Norte es sentarme como amo y señor de todo, en la cúspide de la "Pirámide".

Esperemos que los partidos políticos lo impidan,  creando leyes protectoras.

"¿Los partidos? ¡Qué mono! Verás, chaval; atiende una miaja: MSOE-MOTÍN, PARTIDO MOPULAR-MOTÍN, IZQUIERDA MUNIDA-MOTÍN, como todos los demás, han sido absorbidos, por mi banco Mantander, por no haber  hecho frente a sus  deudas. De manera que nada se gesta fuera de mi interés".

¿Entonces...?

"Si; estoy apunto de sentarme en lo más alto de la pirámide".

¿Y ahora come mejor?

"No; siempre he comido de lo mejor, cuanto he querido".

¡Así le entre la punta de la pirámide por el ano y le salga por la mismísima calva!.