A buenas horas mangas verdes. Ahora, después de haber hundido en la miseria al comercio minorista, permitiendo la proliferación de las grandes superficies; de haber permitido la apertura del comercio los trescientos sesenta y cinco días del año, sus veinticuatro horas, algo que solamente es posible a los grandes comercios y los chinos, se les ocurre destinar 30 millones de euros, a promocionarnos. Señores políticos, no tengo más remedio de mandarles a todos ustedes a la mierda, de donde nunca debieron salir.
¿A quién van ustedes a subvenciona? ¿A Pedro? Pedro, lo primero a que se vio obligado cuando las grandes superficies, con sus peculiares formas de proveerse (seudo mafioso) aterrizaron dentro del casco urbano (que aquí, en Madrid, ustedes, con la señora Esperanza Aguirre en cabeza permitieron), de las ciudades, fue hipotecar su vivienda, intentando que con más inversión, tendría mayores posibilidades de mantener su negocio. Vivienda que más tarde se quedó el banco; después, con más pagos y menos ingresos por la feroz competencia de los gigantes del comercio, no pudo seguir pagando a sus dependientes, a los que uno a uno, no tuvo más remedio que desprenderse de ellos; para al final, hundido moral y económicamente, cerrar su comercio, después de más de cuarenta y cinco años.
Señores del gobierno democrático de este arruinado país, los euros que hipotéticamente pudieran tocarme de esos millones destinados, que de momento no son más que “parole, parole”, que diría la cantante italiana Mina, se los pueden ir metiendo en el lugar donde los hombres, por tener ahí su hombría no les cabría, a ustedes sí. Son ustedes tan necios o perversos, quizá… No; seguro que son las dos cosas que, usando canallescamente la más asquerosa propaganda, dicen que van a operar al paciente, escondiendo que hace varios años que ha muerto.
Solamente en la comunidad de Madrid se han cerrado el 22,2% del pequeño comercio. Ya no hay lechería, carnicerías, tiendas de ultramarinos, mercerías, sastrerías, camiserías, peleterías, tiendas de menaje de la casa, tiendas de telas… el empeño de la señora Aguirre, se las ha llevado al olvido y lo peor es que, si creía que las grandes superficies, algún director amigo y correligionario de partido, el tiempo ha demostrado que estaba muy equivocada. ¡O no!
Admitamos que es verdad, y que esos hermosos milloncejos están ahí; para disponer adecuadamente el mecanismo de, digamos de reparto, habrá que nombrar a un presidente del ente necesario; presidente, vicepresidente, varios subsecretarios, medio centenar de asesores, unas cuantas secretarias de libre contratación, varios vehículos para traslado de las personalidades, otros tantos choferes, material de oficina, mesas de noble madera, cómodos sillones giratorios, ordenadores, IPad, escáneres, copiadoras, portátiles de telefonía, todo ello saliendo de los 30 millones destinados, además de las dietas, desayunos, comidas y cenas de trabajo… como la cantidad que ha de sacarse para cubrir el gasto de administración es muy superior y, siendo por y para el bien del comercio minorista. El comercio minorista será quien vía impuestos especiales, se verá obligado a cargar con ello.
Hace unos pocos días dije que hasta que se les ocurriera otra cabronada. Pues, hela ahí.
¿A quién van ustedes a subvenciona? ¿A Pedro? Pedro, lo primero a que se vio obligado cuando las grandes superficies, con sus peculiares formas de proveerse (seudo mafioso) aterrizaron dentro del casco urbano (que aquí, en Madrid, ustedes, con la señora Esperanza Aguirre en cabeza permitieron), de las ciudades, fue hipotecar su vivienda, intentando que con más inversión, tendría mayores posibilidades de mantener su negocio. Vivienda que más tarde se quedó el banco; después, con más pagos y menos ingresos por la feroz competencia de los gigantes del comercio, no pudo seguir pagando a sus dependientes, a los que uno a uno, no tuvo más remedio que desprenderse de ellos; para al final, hundido moral y económicamente, cerrar su comercio, después de más de cuarenta y cinco años.
Señores del gobierno democrático de este arruinado país, los euros que hipotéticamente pudieran tocarme de esos millones destinados, que de momento no son más que “parole, parole”, que diría la cantante italiana Mina, se los pueden ir metiendo en el lugar donde los hombres, por tener ahí su hombría no les cabría, a ustedes sí. Son ustedes tan necios o perversos, quizá… No; seguro que son las dos cosas que, usando canallescamente la más asquerosa propaganda, dicen que van a operar al paciente, escondiendo que hace varios años que ha muerto.
Solamente en la comunidad de Madrid se han cerrado el 22,2% del pequeño comercio. Ya no hay lechería, carnicerías, tiendas de ultramarinos, mercerías, sastrerías, camiserías, peleterías, tiendas de menaje de la casa, tiendas de telas… el empeño de la señora Aguirre, se las ha llevado al olvido y lo peor es que, si creía que las grandes superficies, algún director amigo y correligionario de partido, el tiempo ha demostrado que estaba muy equivocada. ¡O no!
Admitamos que es verdad, y que esos hermosos milloncejos están ahí; para disponer adecuadamente el mecanismo de, digamos de reparto, habrá que nombrar a un presidente del ente necesario; presidente, vicepresidente, varios subsecretarios, medio centenar de asesores, unas cuantas secretarias de libre contratación, varios vehículos para traslado de las personalidades, otros tantos choferes, material de oficina, mesas de noble madera, cómodos sillones giratorios, ordenadores, IPad, escáneres, copiadoras, portátiles de telefonía, todo ello saliendo de los 30 millones destinados, además de las dietas, desayunos, comidas y cenas de trabajo… como la cantidad que ha de sacarse para cubrir el gasto de administración es muy superior y, siendo por y para el bien del comercio minorista. El comercio minorista será quien vía impuestos especiales, se verá obligado a cargar con ello.
Hace unos pocos días dije que hasta que se les ocurriera otra cabronada. Pues, hela ahí.
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Apreciado camarada Marcos, desde que recibí la cortita oda, no he vuelto a saber de ti. Espero y deseo que todo, salud, dinero y amor, te vaya de maravilla. Desde aquí, tu segunda patria, junto a un fuerte abrazo te mando el deseo que compartimos todo los españoles bien nacidos y los que, como tú, por otro países, sentís en vuestro interior la doble nacionalidad.
¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!
¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!
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