martes, 7 de mayo de 2013

ESTA VEZ GANAN LOS ENANOS.

Están a punto de conseguirlo y es algo que da asco. Los mismos que achucharon al club para que le fichara, son los que ahora enredan para que se vaya. Es cierto que el Real Madrid fichó a José Mouriño con la esperanza de que ayudara al grupo de jugadores a ganar la décima copa de Europa. Lleva tres años y lo conseguido ha sido la llegada del equipo a las semifinales de esa copa, un campeonato de liga, una copa del rey y la posibilidad de repetir contra el Atlético de Madrid. Ese palmarés sería un lujazo para muchos entrenadores y para muchos equipos, pero no para el Real Madrid.

Soy aficionado al fútbol y al Real Madrid (fui socio durante más de veinte años y llegué a jugar en los alevines) desde mi más tierna infancia y, desde entonces, jamás había visto una persecución tan canina contra un entrenador, como la que está sufriendo el señor Mouriño. ¿Por qué? ¿Cuál es el motivo? Si tenemos en cuenta que la gran mayoría de los periodistas que se mueven por los medios madrileños, si de algo pueden presumir, es de su falta de categoría profesional y humana, a nadie ha de extrañar que a esas “virtudes”, vaya unida la envidia al triunfador; la persecución de los enanos a Gulliver. El peor enemigo que alguien puede tener en este mundo, es ese imbécil que a sus incapacidades une el peor de los sentimientos humanos, la envidia.

Esta vez ganan los enanos, porque en el Real Madrid no hay nadie con la suficiente personalidad. Los periódicos deportivos que se editan en Madrid, hasta la llegada de Mouriño, fueron los consejeros directos de los encargados de fichar a los jugadores y entrenadores –el cambio no se lo perdonan al portugués-. En un momento determinado el As, en portada, daba por hecho el fichaje de tal jugador o tal entrenador y, a fuerza de insistir, dicho jugador o entrenador acababa por ser fichado por el club blanco. En otro momento el Marca, en portada, ponía la foto de un entrenador o un jugador y, a fuerza de insistir, el entrenador o el jugador acababan fichando por el club blanco. Los periodistas de estos dos periódicos, con el coro de los radiofónicos y televisivos han sido capaces de traer a un entrenador medio desconocido y al otro día, aun sonando el eco de su petición -como es el caso de Mouriño- ya estaban pidiendo su destitución.

Nunca fui admirador de José Mouriño –su paso por el Barcelona no era para mí su mejor aval- . Si mi opinión hubiera sido decisiva, Mouriño no habría entrenado al Real Madrid pero, viendo el cambio que se ha operado en la estructura deportiva, viendo como los jugadores se van conjuntando bajo su batuta y comprendiendo que un gran club, como es el Real Madrid, no puede estar dando tumbos cada año al son de un nuevo entrenador, creo que este entrenador, es el apropiado para hacer un grandísimo equipo para muchos años.

¿Qué tiene genio? -yo tengo una mala leche que asusta- Solamente triunfan plenamente aquellos que ponen el genio en pro de su proyecto y José Mouriño, de los últimos entrenadores, es el único que aporta personalidad sólida y un proyecto a largo plazo en su portafolios. La mayoría de los jugadores fichados por él, apenas si llegan a los veinte añitos.

Señores directores de los periódicos y espacios deportivos de las emisoras de radio y televisión; prepárense para volver a meter sus narizotas en las entrañas del Real Madrid.

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