sábado, 20 de abril de 2013

TONTO O MALO.

¡No me digáis que no es divertido! Ver desde este lado del burladero, las cornás que los sobreros de la ganadería del partido socialista se están dando, preludio de las que se van a dar en fechas próximas, me divierte más que un chiste de leperos. Los hijos puta tivos e hijas puta tivas de Pablo Iglesias -borrachuzo y mujeriego-, a pesar de que el difunto aún respira, a pesar de su aspecto (Rubalcaba), ya se están disputando a cornalones sus calzoncillos con manchas de “nicotina”, sus raídas zapatillas deportivas y sus sudados calcetines con “tomates” como puños.

Nunca –no lo digo yo, es histórico- el socialismo español ha triunfado por inteligencia y claridad de ideas; esos dos ingredientes para un buen guiso están proscritos por ser definitorios, dicen ellos, de gente de la extrema derecha; y es que el socialismo, siempre que ha llegado al poder, no ha sido por sus méritos encefálicos, sino por la tradicional cobardía de la derecha, derechona -ya me gustaría, si es que estoy equivocado, que alguien, más puesto me viniera a sacar del error-. Pero si no hay más que fijarse en los relumbrones que se ve en el horizonte -¡Gracias a Dios no soy sociata!-; son peores que las película de Chuck Norris: Eduardo Madina, sin más mérito que el de haber sufrido un atentado, del que, por el resultado, debería estar todas las horas del día, dándole gracias a Dios; la incombustible Carmelilla Chacón, la españolísima niña de clavel y castañuelas; el Patxi López, lumbrera que fue capaz de resistir ocho años en la universidad, sin siquiera terminar el primer curso; Emiliano García-Page, el pelota que sabe reptar con mejores resultados que el indio Sittin Bull, y Joan Mesquida, así decía llamarse hasta que creyó más conveniente llamarse Juan o Juanillo, y seguir la línea marcada por José Bono, en favor de la unidad nacional. Todos son simple tramoya, sin más valor que el coste de la ropa con que cubren sus tristes cuerpos, y el de los zapatos con que se calzan. Estas cinco prendas son las joyas de la corona republicana del PSOE, que presuntamente pueden hacerse con la menguada herencia del “pobre” –motivo por el que no presentar su declaración de Hacienda- Rubalcaba, el Galgo del Cantábrico.

En una entrevista que he mantenido con la bruja Lola, me ha desvelado que según su bola de cristal de Murano que usa como herramienta infalible, no se gasta menos la bruja, en breve se celebrarán unas primarias en el PSOE, y las ganará el actual alcalde de Toledo, el excelentísimo señor don Emili ano García-Page, que precisamente fue “page” del anterior presidente de Castilla la Mancha, el socialisto José María Barreda. Y, aunque de entrada y de cara al exterior no parece tener muchas posibilidades, su currículo de trepa da para varios folios. Este cursi que pone un guión entre sus dos apellidos, nació toledano en 1968; con apenas dieciocho añitos ingresó en la cuadra del PSOE y en 1987, con 21 añitos, alcanzó el puesto de concejal en Toledo. En 1993 fue teniente de alcalde y, en el 2007, gracias a los votos comunistas, con 39 años, se apropió de la alcaldía de Toledo. Carrera fulgurante de quien solamente es carnaza de partido político.

Aunque parezca imposible, aún hay quienes a base de inteligencia y esfuerzo son capaces de hacer una carrera profesional admirable: en Medicina, en las distintas Ingenierías, Arquitectura y también hay albañiles, fontaneros, carpinteros, comerciantes, peleteros, etc., pero políticos, y de izquierda… Estos solamente tienen dos formas de hacer carrera -además de hacer la calle-: “dando cera; quitando cera”; haciendo la pelota al que está en grados superiores o, “buleando” contra quienes le impiden el paso ascendente. “Este es el caso de Emili ano García-Page” -insistió tozudamente la bruja Lola-. “Este, arrastrándose por el suelo como un penitente, llegará a la Secretaria del Partido Socialista Obrero (obrero, que cachondos) Español. No lo dudes; nítidamente lo dice mi bola de cristal de Murano”, que no miente, como El País.

Tonto o malo; así son las cosas en el PSOE y él, no es malo.

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