martes, 30 de octubre de 2012

LA SALIDA DE LA RECESION.

La ministra de Trabajo y Seguridad Social, señora Báñez, como la infausta exministra Salgado, empieza a ver, no los brotes verdes que veía la otra, que si hubieran sido verdad ya estarían hechos un bosque, sino la salida de la depresión. Todos ustedes, los políticos, mienten con tanta facilidad y desparpajo que, si no les conociéramos, llegaríamos a creerles y hasta les llevaríamos en andas, como se hace con los santos milagreros. Hoy he visto a la señora ministra al otro lado del cristal de la tele, tan seriecita, tan firme y tan segura de lo que estaba diciendo (que no sería lo que estaba pensando), que no he tenido más remedio que reconocer que miente, con un gracejo andaluz la mar de simpático, pero digno de mejores empresas, dentro de unos días, con la celebración de Todos los Santos, podría repetir sus dotes teatrales, interpretando a Doña Inés, en “don Juan Tenorio”.

La señora ministra de Trabajo y Seguridad Social, que anuncia los primeros pasos fuera de la Recesión Económica, nos debía, por respeto, explicar a los españoles y españolas, como es posible que, con casi seis millones de parados; cerrándose cada día unas cuantas empresas; con el mercado interior estreñido por las distintas subidas de impuestos que hacen prácticamente imposible el necesario funcionamiento por falta de fondos en los bolsillos del paciente españolito, estamos saliendo de la recesión.

Según dicen los profesionales del ramo, sería necesario, para empezar a ver las cosas un poco claras, más de quinientas mil empresas, inteligentemente dirigidas hacia las sendas adecuadas de la innovación. En las nuevas tecnologías, por ejemplo, buscando la financiación necesaria; demostrando conocimiento, seriedad y plena dedicación. Si los euros que el Gobierno se está gastando en el mantenimiento de tantos organismos gubernamentales, que únicamente sirven para embarrar el campo y crear enfrentamientos; tanto político inútil en sus plantillas, recibiendo grandes sueldos por estarse tocando los cataplines o, lo que es infinitamente peor, pergeñando alguna trapaza onerosa para los intereses de los españoles, se empleara en investigación, a estas horas, no es que estaríamos pisando lo primeros peldaños de la escalera que nos fuera a sacar de la crisis, es que ya se estaría sobre la crisis, creando puestos de trabajo y riqueza.

La estrategia de los gobiernos de la indecorosa democracia española, como no podía ser de otra manera (viendo chozo ya sabemos como es el guarda), ha confundido (acertar habría sido un milagro) la partitura; querían tocar una marcha cascabelera y les ha salido una marcha fúnebre. Los muy imbéciles llegaron a creer, por no saber medir las proporciones, que el “Estado del Bien Estar” se remitía a pasarles una propina a unas cuantas personas mayores y a unos pocos parados y, cuando el monstruo creció y amplió sus fauces, por imprevisión y falta de conocimiento, nos esta, poco a poco engullendo. Un país no rico por naturaleza, que quiere un buen “Estado del Bien Estar”, lo que ha de procurar es que la tasa de desempleo sea prácticamente del 0%. Hoy en España, “El Estado del Bien Estar”, está subvencionado con los créditos que se deben –que debemos- a los bancos extranjeros. El peor día, vienen a expropiar los bastones que da la Seguridad Social, a los viejecitos y viejecitas, por falta de pago.

La señora Báñez, a quien se le ve muy voluntariosa, tiene que saber, si es que es católica, que es un pecado muy gordo mentir y, en este caso, mucho más gordo porque la mentira nos afecta a cuarenta y siete millones de personas.


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