… Y además de ser capaces de todo eso que conocemos tan sucio; tan desleal; tan cutre; y tan hortera, son unos malísimos hijos que de manera impropia, a través de una ley chapucera, quieren dejar a sus madres sin poder seguir ejerciendo su profesión, una de las mas antiguas que se conocen.
"Donde no me llaman ¿qué me querrán?". Sencillas pero sabias palabras. Eso decía un sargento del 71 de Artillería Antiaérea que tuve en la batería desde donde serví a España dentro de su Ejercito. Si tu inteligencia al nacer se quedo en el vientre de tu madre ¿Qué coño haces en la Presidencia del Gobierno? (Eso se me ha ocurrido a mí).
La cosa es que -¡cómo no hay otro problema que resolver!- se les ha ocurrido a estos simplicios del sociocomunismo en comandita, tratar de solucionar el tema de la prostitución aboliendo su práctica. Así; de entrada, quedándonos en el artificial horizonte de la abolición que nos pintan los abolicionistas, todo el pueblo contento, como después de ver en la tele un capitulo de "Tiempos Revueltos" o "Cuéntame cómo pasó". Pero yo sigo insistiendo en que el horizonte es una completa falsificación, porque no todo lo que es la prostitución se encuentra allí recogido, sino solamente lo que a unas cuantas y cuantos espabilaos, sin mas ocupación intelectual que estar sentados en la poltrona ministerial, y quienes están sentados en las adyacentes, ellas tocándose "la chirla" y ellos "el nabo" se les ha ocurrido entre tocamiento y tocamiento.
La Prostitución es como un árbol. No es sólo el retorcido y feo tronco; son sus raíces, son sus ramas, son sus verdes hojas, y también su sombra, y hasta los pájaros que en sus ramas anidan.
Estos gilipollas se han creído que la prostitución se reduce a un proxeneta que a cambio de unos euros obliga, como si fuera de se propiedad, a una pobre mujer a ser sexualmente agredida al capricho de un sórdido hombre -primitivo cerdo salido- que una vez satisfecho, se separa de la victima presumiendo de su machismo. Eso hay que suspenderlo a perpetuidad. Pero el asunto resulta que, como un hermoso diamante, tiene muchas facetas. El proxeneta, considerado delincuente en muchos países, ha de ser perseguido; de eso no cabe duda. Las prostitutas ¡ojo al parche! no todas las trabajadoras que están en servicio, están en ello forzadas. La mayoría de las mujeres que ejercen en burdeles, no están allí porque alguien las tiene encadenadas. Existen circunstancias en mujeres y hombres que, lejos de delictiva presión ajena, como puede ser la falta de puestos donde trabajar y ganarse la vida, deciden utilizar su cuerpo para conseguir sobrevivir. Como quien pone un negocio en un local comercial y vendiendo mercaderías triunfa y llega a millonario, hay quien mercantiliza su cuerpo sacando pingues beneficios de las "mercaderías" que la Providencia puso entre sus muslos. De esa manera existen muchas fortunas no solo en España.
¿Hay que acabar con lo verdaderamente infeccioso que afecta, no que sea, a la prostitución? ¡Pues claro que si, gilipollas! Pero no con la Prostitución que, entre otras beneficiosas cosas es práctica terapéutica que utilizan muchos hombres y mujeres con dificultad asociativa.
Aunque estas criaturas socialcomunista son animales de poca memoria, deberían hacer un esfuerzo y recordar lo que paso en EEUU el 17 de enero de 1920, con la "ley seca".
Estos golfos ya les quitaros clientes a putas y putos clientes con las "practicas follamiga/o" y ahora pretenden coserles a punto pelota sus cacharritos.
Eloy R. Mirayo.
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