El sagaz ciudadano Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno de España, me dicen -yo lo veo probable, pero no sé si es verdad-, está a punto de ser agraciado con el nombramiento de Hermano Mayor, Cum Laude, por el Presidente del Instituto Mundial de la Dádiva Limosnera.
Este instituto, con representación en todo el Mundo democráticamente civilizado, es el creador de la receta ideal, que tan fielmente está interpretando el ciudadano Pedro Sánchez, de ahí el importante nombramiento, para tener a alguien; a muchos; o a todos los que se quiera tener, en la puta calle haga frío siberiano o calor "mojaveño";
sin sitio donde guarecerse; y semidesnudos a las puertas de la muerte por inanición, pero sin llegar a entrar más allá de la puntita de la nariz.
Este sagaz ciudadano, me cuentan -yo, lo veo probable, pero no sé si es verdad- y aseguran a pies juntillas, que está en vísperas de recibir tan merecido galardón, con figura alegórica:
que podría lucir colgada del cuello con orgullo, muy bien ganado, por su "reguetoniano" caminar gubernativo, pisando a ese ritmo, metafóricamente, pero con el mismo doloroso resultado, sobre las espaldas cada día más chungas, huesudas y encorvadas de los españoles.
Esto es un empezar, de un camino al que no se le ve el fin. Este premio es tan merecido, hemos de admitirlo, como los que están a la espera en el Instituto Mundial de la Mentira y el Engaño; el Instituto Mundial del Ridículo Internacional y Nacional; el Instituto Mundial del Gafe; el Instituto Mundial del Cambalache, Compra, Venta y Alquiler de Voluntades y Votos; el Instituto Mundial de la Ineptitud; el Instituto Mundial de la creación de Problemas Insolutos; el Instituto de la Desvergüenza, el desahogo y la deshonestidad; y el último, por ahora; la experiencia nos alerta de otras posibilidades: el Pergamino con Orla a todo color y Lazo de muaré, que entrega el Instituto Mundial de la Presunción Injustificada.
La última "palada" de mérito es la propinilla, 400 euros, que los pocos españoles y españolas (usted también, empleada en la limpieza; usted también, pensionista; ustedes también, muchos etc.) que aún "tenemos", les vamos a dar, porque al ciudadano Sánchez, con las elecciones llamando con insistencia a su puerta, ha creído que, de esa manera (descarado intento de compra, como el de ayuda al alquiler 250 euros), se asegurará un montos de votos.
Al ciudadano Sánchez, con el descarado intento de comprar la integridad de los jóvenes (la poca que por culpa de este tipo de gentes les queda), le podría pasar como a mi amigo Saturnino, que sentado en un sillón de mimbre, debajo de un árbol al que acudían cantidad de palomas a comer los cañamones que él les daba, se veía obligado a entrar en la casa a lavarse la cara para quitarse la mierda con las que le compensaban las palomas. Yo le digo que busque otro lugar, pero no hace caso. Es como si estuviera a gusto entre la mierda.
Todo el mundo inteligente sabe que lo único que se necesita para que todo funcione como es debido (¿como un reloj suizo?), no es una fórmula secreta, sino algo que está al alcance de todos: hacer bien las cosas, los que saben hacerlas bien, y mirar con respetuoso silencio los demás. O sea; personas como el ciudadano San... Ya me habéis apagado la luz ¡coño!.
Eloy R. Mirayo.
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