martes, 19 de octubre de 2021

EL MAL QUE ATACA A TODA LA SOCIEDAD ESPAÑOLA: EL SANCHISMO.

El desbarajuste económico en el que por falta del más elemental conocimiento "profesional" de lo que se entiende en el mundo entero por gobernación, nos ha metido a los españoles el ciudadano Sánchez, con la inestimable colaboración de la inutilidad completa de sus ministras y ministros y la de la -por sus resultados prácticos-, enorme manada de asesores, es de tal magnitud, que muy difícilmente, si no imposible, es que España pueda recuperarse en largo tiempo más que razonable.

Y no es que lo diga yo, con mis parvularios escasos conocimientos, que no convencerían a nadie, sino por opinión de reputados economistas españoles y extranjeros. 

Conclusión a la que seguramente han llegado poniendo a un lado del blanco folio  los casi 1,43 billones de euros de deuda a que se llegó en el pasado mes de junio, que según datos del Banco de España, viene siendo el 122,1% de nuestro producto interior bruto (PIB). Y en paralelo, los últimos datos de nuestro escuálido PIB; la enorme cantidad de empresas de todo tipo que han cerrado a perpetuidad; las que, tambaleándose en la "cuerda floja" se han visto obligadas a prescindir de parte de sus plantillas para sobrevivir; y la estremecedora cifra del Paro, mínimamente rebajada por las "colocaciones dedocráticas" de autoridades políticas socialistas y comupodemista.

La mala gestión del ciudadano Sánchez como presidente del gobierno, o lo que es peor, su inacción por incompetencia manifiesta -su presencia impide la aparición de mejor cerebro- en cada una de las graves vicisitudes que se le han presentado: la pandemia de la Covid, la subida del precio del petróleo, el gas natural y las consecuencias acarreadas por la Dana Filomena, 



terribles en casi todo el territorio nacional, nos han llevado, como si fuera nuestra culpa, a ser el país récord en Europa, de todo cuanto representa el fracaso.

El Gobierno de España en este momento está funcionando como aquellos agraciados con la herencia de una empresa que hizo millonario a su abuelo que, sin tener puta idea de cómo dirigirla -él se dedicaba al botellín universitario- se dedica a vender para cubrir sus gastos las herramientas imprescindibles su buen funcionamiento.

Para salir de una difícil situación económica (lo primero es no pasarse) lo que debe hacerse es rebajar gastos, después de haberse desecho de todo cuanto signifique gasto improductivo e invertir con sentido teniendo en cuenta que a quien más se ha de cuidar es a lo que crea los ingresos que rebajen las deudas.   

Tenemos el gobierno más numeroso y caro de los últimos cinco mil quinientos once democráticos años ¿que...? ¿Qué no son tantos; pues... Cuantos son? ¡Sólo cuarenta y seis! ¿Estáis seguros...? ¡Hay que joderse, lo largos que se me están haciendo!. Volviendo al tema de este récord Guiness



del parasitismo político, he de decir que, además de todas las maldades (eso se les da de cojones) que a cada uno de nosotros atañe, también hay otras, que más  "generosas", hemos de sufrir de manera colectiva: la Ansiedad.

Ansiedad; es el mal crónico de inoculación gubernativa, que sufrimos varios millones de pensionistas en España -por desatención gubernamental durante la pandemia ha bajado considerablemente el número ¡eso que se ahorran!- que desde el día después de haber recibido la pensión, la gran mayoría muy bien ganada (los políticos son otra cosa), estamos mirando el calendario haciendo cuentas de lo que falta para recibir la siguiente paga, temiendo que la reciente ni siquiera nos permita alcanzar, si las subidas de precios no se moderan, para llegar al menos, aunque sea a media dieta, a la mitad de la veintena del mes.

El mal del pensionista no es algo único, sino que es una parte del mal que ataca a toda la sociedad española: el Sanchismo.

¿Será posible que no podamos con el?   

Eloy R. Mirayo.



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