viernes, 5 de febrero de 2021

YO NI ME MOLESTO.

 De poco tiempo a esta parte las  desgracias se jalonan en España como los adoquines en las calzadas adoquinadas, un adoquín pegadito a otro "longitalizándose" y "anchotizándose", lateralmente bien guardados por sólidos encintados de dura piedra, sin que la ciudadanía sea capaz de reaccionar. Lo cierto es que ante las consecuencias de esas múltiples desgracias actúa como si las penas, al ser iguales para el total del colectivo nacional, se fueran relativizando hasta convertirse en algo absolutamente irreal; algo que no merece la inversión de una sola protesta ni derramar una sola lágrima de las que se tienen fáciles; reservadas para soltarlas viendo por la televisión gubernamental el último capitulo de "Cuéntame cómo pasó". Eso si que es real.

¿Por qué se va a llorar? Se vive un momento muy delicado en la Industria ¡Si!; el Comercio tanto en el interior, como en el exterior repta entre cardos y zarzas por suelos yermos ¡Si!; el Turismo, otro de los motores de la Economía esta prácticamente desaparecido en combate ¡También! Pero... nos quedan la casas de apuestas; las quinielas; los concursos millonarios de la "Tele";  la Lotería, la ONCE. Si esas posibilidades no han sido capaces de corregir la ruina, siempre queda el último grano en el reloj de la vida: la argolla donde uno puede asirse para lograr vivir como un pachá: afiliarse a Podemos y ser contratado como niñera/o por los excelentísimos archiduqueses del Proletariado y de Galapagar, para cuidar de la ultima de sus  excelsas archiduquesitas, por el sueldo de 51.946 euros anuales, ascendida a la categoría de asesora la ministra de Igualdad, gracias a su florido curriculum académico, un magnifico titulo de Bachiller, al que habría que ver.

Este hecho es importantísimo en la vida y en el futuro tanto de España, como gran nación con raíces en el Mundo entero, como el de los españoles, españolas, españolitos y españolitas y, quizás, sirva también para la vida futura del resto de países y sus habitantes.

Después del logro de Teresa Arévalo, de la nada al infinito, ya los chicos para vivir "muelle" no quieren ser como Messi, Cristiano Ronaldo o Neymar que para ganar las cuatro perrillas que le dan, para lo que han de machacarse diariamente en duros entrenamientos y soportar a tacaños presidentes y a tiranos entrenadores que les obliga a correr en calzoncillos tras de un balón, como si alguien se lo quisiera robar y, si se pierde o se empata se enfadan.

 Tampoco las niñas cifran el nivel de sus triunfo personal y su riqueza, contante y sonante, en querer ser como Madonna, Withney Houston o Jennifer López, para lo que se necesita, primero tener conocimientos musicales, que en el bachilllerato -¿verdad Teresita?- no se dan a tan alto nivel, lo que llevaría a ingresar en un conservatorio y estudiar solfeo, a lo que habría que sumar una buena voz y mucho gusto en la interpretación; lo que exige, no hay más que echar un ojo, una gran preparación y mucho sacrificio, por tener que estar continuamente viajando por todo el mundo, sin apenas saber en ningún momento en que ciudad, en que país o en que continente se encuentran se encuentra al despertar en la habitación de un hotel.

Ellos, los chicos (porque la discriminación ya no les alcanza) y ellas por tradición, lo que quieren con todo empeño es que sus Proletarias Excelencias abran en su mansión una ventanilla de "enganche", para que todas y todos; los españoles y españolas en edad adecuada y con el bachiller en mano ¡Que no vale cualquier cosa, tíos y tías!, entren en su mansión a trabajar como asesoras/ores de su proletaria excelencia ministeriada, doña Irene Montero, y de "petite soeur" de su prole.

¿Hay que afiliarse a Podemos? Entonces yo ni me molesto: decente de por vida.

Eloy R. Mirayo.

  



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