Sería buena cosa que la gente común; los que en la política nacional, nuestra participación, dadas las circunstancias, es ejerciendo nuestro derecho, la de personarnos en los colegios electorales y poner la papeleta del voto en las urnas, esperando un recuento limpio -a ver si es verdad-, es que seamos capaces de comprender que "la cosa" está casi al alcance de la mano, y por todos consecuentemente se actúe con inteligencia, los que tengan de ese escaso producto, y los demás lo hagamos, al menos, por instinto de conservación.
Con los datos de participación en retroceso, igual que los escaños cosechados, tanto el PSOE como el PP, no pueden ser el espejo en el que los españoles decentes nos miremos, y no digamos si fuéramos a buscar amparo en el flácido globo, que no deja de perder su fétido aire, que ha venido a ser Podemos -la jugosa empresa de los Iglesias-Montero, Archicondeduques de Galapagar-, el último disfraz de supervivencia del rancio comunismo.
Después de estos larguísimos cuarenta y... más años, parece ser que alguien, un benefactor ser supremo, ha decidido presionar en el otro platillo de la balanza, y poco a poco se está viendo cómo la aguja se va acercando a su fiel (52 diputados nacionales, con presencia en treinta y dos circunscripciones -ahora con 11 escaños también está presente en las provincias catalanas- y en la ciudad autónoma de Ceuta).
No se puede malgastar esta ocasión, repanchingados en el sofá, espejo en mano, comprobando lo guapas y guapos que se es y lo bien que se ha hecho. No hay tiempo para lamerse el pijo; el cemento ha de echarse en la zanja para reforzar los cimientos; no se puede dejar para otro día porque, cundo se vaya a echar, estará imposible.
Me da la sensación, empezando por mí, que quienes hemos puesto en VOX nuestras esperanzas, escuchando a las mujeres y a los hombres de su cúpula, no vamos a ser otra vez defraudados.
Por primera vez les vemos y oímos con placer en los medios de comunicación (dando revolcones a presentadoras/es y tertulianos/as rojos y a "pulcros demócacas" que se la cogen con papel de seda para asomarla al "Roca"), apuntando proposiciones que puestas en movimiento, darían mejores resultados que lo que este gobierno de retales, viene gilipollescamente diciendo que ¡algún día! va a hacer.
Eso es una novedad que por una u otra razón, desgraciadamente no he vivido en ninguno de los anteriores movimientos o partidos, FN, FE y Juntas Españolas, más preocupados por conservar lo que solo era parafernalia, que conociéndoles no habría sido del gusto de José Antonio ni de Franco; ambos, mientras vivieron (José Antonio fue asesinado por los antecesores políticos de quienes ahora mandan y Franco, víctima de una enfermedad, para vergüenza de las ratas del rojerío nacional) más preocupados en hacer un mejor futuro, que en conservar el pasado.
Yo, como cristiano, tengo mis momentos para rezar, no estoy todo el día rezando apenado porque en el monte Calvario unos bestias crucificaron a Jesús.
Un conocido, que no amigo, al que un día 11 de abril le dije que cumplía años, se pasó los trescientos sesenta y cinco días que nos separaban al siguiente 11 de abril, felicitándome calurosamente por mi cumpleaños.
Políticamente hablando no creo que esa sea la labor de un partido político al que los imbéciles "estampillan" de ultraderecha.
En fin, una vez hecho contacto con los catalanes, ahora hay que lograr hacerse visibles en las Vascongadas y después... Es tan bonita España... ¡me cachis sea en la! Lástima que haya españoles que, manipulados por un atajo de cabritos, no la quieran como Patria.
Eloy R. Mirayo.
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