miércoles, 16 de diciembre de 2020

PODRÍA OCURRIR.

¡Clarito que podría ocurrir! España es un país singular, que es muy apreciado por muchos millones de personas del otro lado de sus fronteras, además de por su variedad y belleza, sus cocinas y sus bodegas, por haber sido capaz de alumbrar seres humanos de gran notoriedad a nivel mundial, así como: Trajano,  Séneca, Viriato, Isabel I (la Católica), Santa Teresa de Jesús, Francisco de Goya, Diego Velázquez, Francisco de Quevedo, Santiago Ramón y Cajal, Agustina de Aragón, Concepción Arenal y... Ramoncin. ¿Ramoncin? Si, si; Ramoncin... Ramoncin. Ellos y ellas son personajes históricos que junto a otros muchos están recogidos en una interminable lista de extraordinarias personalidades hispanas, que al no estar cerrada, lo mismo cualquier día de estos el Presidente Sánchez va, y nos deja a todos los españoles -los actuales y futuros-, turulatitos perdios, ante la impensable hazaña de haberse hecho un hueco entre esa maravillosa nómina de celebridades, al alcanzar el mérito personal de haber descubierto su desconocida capacidad, la que dormitaba en lo más profundo de su cerebelo, de poder tener, y haber tenido, una idea. No de las importadas del exterior, de las que tanto blasonan él y sus allegados gubernamentales, como si fueran propias.

-¡Va...va...va...va!- me dice incrédulo mi amigo Evaristo-. Para devanarse los sesos ya tiene una legión de asesores pagados a muchos miles de euros el kilo. Por cierto, el otro día en una carnicería he visto una pieza de chuletones a 41 euros el kilo ¿serían los costillares  de alguno de ellos?.

Un poco cerril es mi amigo; es socialista, anti Sánchez.

Pero entre tanto que se le pueda encender la bombilla, aunque no sea una idea luminosa ya se le podría ocurrir, como se hace en el resto de Europa, tratar de que funcione adecuadamente, poniendo los medios necesarios, en primer lugar, sin olvidarse de otras cosas, de normalizar la función pública en cuanto a poner al día los pagos a quienes están en los ERTES y a quienes están esperando el cobro de los subsidios. Mire usted, señor Sánchez; y usted también señor Escrivá. Esas personas a las que les tienen durante varios meses esperando, tienen el mismo derecho que ustedes: cobrar sus ayudas, con la misma puntualidad que ustedes sus sueldos. Con la diferencia de que las cantidades; las de ellos apenas alcanzan para mal comer. Vergüenza debería darles, con todo su golpe de socialistas, cundo echen la vista en la cifra que en sus cuentas bancarias les han ingresado. Deberían hacer comparaciones. ¡Imiten! Ya que no son capaces de otra cosa, a esos países que se están esforzando en preservar su maquinaria económica, cuidando del mantenimiento hasta de los pequeños industriales, de los comercios y de los autónomos. Esos que están empezando a ser considerados "como algo del pasado". Cuando esta gente se vaya, está claro que dejara a España como un sembrado después de la recogida del cereal; como un páramo huérfano de vegetación, incomodo hasta para las hormigas, peor de como fueron dejando, cuál "tierra quemada", los lugares que ocuparon, huyendo -perdiendo el culo, como asustadas liebres- del avance de los Nacionales, durante nuestra guerra de Liberación.

Estos rojos y semi rojos, igual que aquellos que conocieron nuestros abuelos y padres, como estos que están conociendo nuestros hijos y nuestros nietos (alguno de nosotros conocimos a ambos; yo, por edad, no les conocí pero les padecí) es tropa con cerebro unidireccional, están negados para la creación, pero son auténticos artistas de la infecciosa destrucción. Si serán destructivo que, en su estado de normalidad, sin recibir impulso de la "afición", uno, de cargarse al PCE, y el otro, al PSOE. Vale; este aún está en la tarea. Espero verlo.

Eloy R. Mirayo.



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