TIERRA QUEMADA.

 Existe un dicho, muy usado en todo el territorio nacional al día siguiente del 22 de diciembre, que dice que "lo más importante es la salud", algo que por supuesto no entro en discusión, pero que la respuesta razonable que suscita viene a decir que "es muy difícil conservar la salud, si no hay el dinero suficiente".

Eso, salvo en muy contadas voces oficiales y oficializadas, parece ser que no es materia a tener en cuenta y que, por encima de cualquier propuesta razonable, de que hay que cuidar la economía, hay que ser inflexible en la defensa de la salud.

"Perdónales Señor, porque no saben lo que dicen".

Las distintas pantallas de televisión a la que nos podemos asomar los españoles, diariamente nos presentan al presidente del Gobierno, al cuarteto vicepresidencial, a casi todos los miembros y miembras que conforma la batería ministerial y para no aburrir, porque sería larguísimo, al elenco casi al completo del gubernamental cuerpo autonómico, cerrando por la abultadísima tropa de "hablatrices políticos en nómina", restando con sus hechos y con sus dichos la importancia que para el plural desenvolvimiento humano tiene la economía, hasta el punto de llegar en algunos casos a paralizarla, cerrando empresas, comercios, y encerrándonos a todos los españoles en nuestras casas, sin siquiera poder utilizar el derecho de poder visitar a los familiares más allegados, llegando al resultado de pulverizar toda actividad sociolaboral; cualquier manera de crear dinero.

"Perdónales Señor, porque no saben lo que dicen".

Todos los que los que agarrándose al doloroso número de personas fallecidas están forzando al confinamiento total, son personas que bien porque cobran del Estado, cobran de los periódicos, de las radios o televisiones, en casi todos los casos es lo mismo, ya que a través del gobierno, el Estado es muy generoso con los medios.

A todos ellos: políticos, científicos (no todos los científicos están a favor del total confinamiento) medios de comunicación y "hablatrices políticos", no tienen una fábrica o un pequeño taller; no tienen un establecimiento por el que pagar su renta, no tiene trabajadores a los que pagar semanal o mensualmente ni tiene mercaderías con fecha de caducidad, y no les importa, porque a ellos les "cae" todos los meses, que el recibo de la hipoteca es puntual. ¡Claro que ellos y ellas comen!, pero no caen en que los demás, los que tenemos obligaciones y no tenemos sus bicocas, también comemos, y también comen nuestros hijos.

"Perdónales Señor, porque no saben lo que dicen"

Los presidentes de las dos Castillas, García-Page y Fernández Muñueco; de Murcia, López Miras; de Santander (ahora Cantabria) Recilla Roiz; de Andalucía, Juan Manuel Moreno... En realidad casi todos los presidentes autonómicos, al menos eso parece, no tienen en cuenta que encerrando a cal y canto a los habitantes de sus comunidades, están aplicando la ley de "tierra quemada" que empobrecerá el futuro, no me parece exagerado decir, de las dos próximas generaciones. Si no se lo creen -no me parecería extraño-, no tienen más que pedir a alguno de sus múltiples asesores -¡alguno habrá!- que les haga un estudio de por dónde, económicamente, camina España -la deuda exterior que se arrastra-, y de lo que estamos sudando los españoles, en el logro, sine die, de poder decir que hemos superado la crisis de 2008.

"Perdónales Señor, porque no saben... ¡Nooo! No los perdones Señor, porque viéndoles y sufriéndoles, hemos llegado a la conclusión de que quienes se empeñan en encerrarnos en "tinaos", como se encierra al "ganao bovino", son ellos, unos auténticos cabrones de muchas hierbas, que tratan de adormecernos para que, llegado el momento, no nos quede ni el más mínimo deseo de venganza.

Eloy R. Mirayo.